Marina Abramović, Premio Princesa de Asturias de las Artes

Marina Abramović, el arte hecho vida

Marina Abramović es conocida como referente de la perfomance en los años 70 en un momento en que el arte conceptual estaba en pleno apogeo. Es entonces cuando la performance comienza a ser aceptada como disciplina, aunque sus orígenes se remonten a  los años 50 con japoneses como Gutai.

La performance con sus distintas terminologías, arte de acción, body art o happening abarca desde un discurso político, un concierto, una obra teatral. Se definiría como la acción de un artista sobre el público. Es un arte vivo con un carácter efímero, en muchas veces con participación del público.

Hay artistas que mezclan la vida con el arte, hasta límites del dolor, la fatiga, la soledad, su trabajo es casi chamánico dejando liberar su energía a través de sus acciones, curando las heridas del alma, es el caso de  Marina Abramović, artista que nace en 1946 en Belgrado y más tarde viaja a Amsterdam donde hace performances desde hace 40 años.

Marina y Ulai, una relación de intensas performances

Es en 1976 en Holanda donde Marina Abramovići conoció  a Ulai del que se enamoró. Trabajaron juntos durante 12 años, temas como la  confianza, pasión, energía masculina y femenina, serían básicos en su creación. Fue una época muy intensa y productiva en la que ejecutaron innumerables performances juntos, entre ellas “The artist is present” “Light/dark” “Rest Energy” “Relation in time”….

Cuando terminó su relación, en la que experimentaron los límites sociológicos y sentimentales de la relación, decidieron realizar su última performance juntos “The lovers”.

Consistía en recorrer la muralla china (2500 kms) desde distintos puntos. Ella desde el mar Amarillo, él desde el desierto de Gobi hasta que después de tres meses, se dieron un fuerte abrazo y se despidieron para siempre. No cabe duda de que llevaron la acción a sus vidas hasta el final, convirtiendo el duelo en un proceso en tránsito.

Premio Princesa de Asturias

Marina Abramović, es ganadora del Premio Princesa de Asturias de las Artes, que recogerá en Oviedo este mes de octubre. Esta artista performer, así como Joseph Beuys lleva el arte a su vida de manera transformadora, de sus acciones saca un aprendizaje en el momento que las realiza.

Marina Abramović tiene un trabajo, como decía Borrieux, “relacional”, esto es, involucra en casi todas sus acciones al público, haciéndole partícipe, sin ellos, la acción no sería posible.

The artist is present MOMA (2010)

Es es caso de la performance que realizó en el MOMA “The artist is present” (2010). La performance de gran fuerza emocional, duró tres meses. La artista performó durante las ocho horas que está abierto al público el museo.

Marina se sentaba en una silla donde esperaba que el público se sentara frente a ella unos minutos en silencio, ante una mesa. En ese momento, se miraban a los ojos bajo el anonimato, con lo que conlleva de sinceridad emocional. Pasaron cientos de personas frente a ella, hasta que un día, inesperadamente, volvió a ver a Ulay. Su pareja artística y sentimental, era el que se sentaba en esa silla.

No le había vuelto a ver desde hacía años, ambos se emocionaron, rompió las reglas preestablecidas de no tocar a la persona y se cogieron de las manos. Fue un momento memorable, histórico, porque trascendió. Pocos segundos después, la performance continuaba con más personas.

De esta acción, ella observó que esperar a sentarse frente a ella expuestos a ser mirados y filmados, transmitía tanta soledad y dolor que le sirvió  para abrir el Instituto de las Artes Escénicas Inmateriales.

Centro de experimentación en el Instituto de Artes Escénicas Inmateriales

“El objetivo del instituto es proteger y preservar el legado espiritual e intelectual del arte de la interpretación desde los años 70 hacia el futuro, sirviendo como homenaje al arte inmaterial y atemporal”.

OMA es la firma de arquitectura perfecta para hacer equipo con Abramović. Los dos cuestionan la idea de la percepción y la experiencia tanto a nivel psicológico como espacial. El edificio expondrá a todos los visitantes como artistas. A través de la interconexión de los espacios uno siempre va a estar viendo a alguien más.

El instituto fue completado en el 2014 con una financiación de 15 millones de dólares, de los cuales, una alta suma fue aportada por la artista. sin duda este centro es un proyecto nuevo que comparte curiosidades que harán una mezcla interesante entre la interpretación y la arquitectura dinámica.

Dentro de las artes inmateriales, la música es la más inmaterial de todas. Luego está la actuación, con la que experimenta para ofrecer al público su filosofía personal, según la cual, lo primero que hay que limpiar en el mundo es a uno mismo y desde ahí todo lo demás.

Este Instituto está en Houston, al norte de New York, la filosofía es sencilla. Al entrar al  debes dejar toda la tecnología en las taquillas y donar seis horas de tu tiempo a Marina firmando para ello un contrato. Si superas las seis horas obtienes un certificado.

Durante esas horas dedicadas a ti y tu disfrute aprecias cosas tan sencillas como el beber agua durante media hora, caminar despacio o estar tumbado para después deleitarte con la  música, la ópera u otras artes escénicas.

Ritmo 0

Son muchas las performances en las que ha contado con la colaboración anónima del público en las que se ha arriesgado hasta lo más íntimo. Entre las más arriesgadas entre público y artista está Ritmo 0, Marina se quedó inmóvil durante 6 horas ininterrumpidas.

La artista estaba en medio de la sala. en la misma sala, una larga mesa sobre la que se habían dispuesto distintos objetos, desde una pluma de pájaro a cadenas. Los asistentes podían hacer con ella y con su cuerpo lo que quisieran utilizando para ello cualquiera de esos objetos si lo deseaban.

Entre los muchos objetos que había en la mesa, una pistola. Lo que comenzó siendo un acto pacífico,  público le ofrecía agua, perfume o una rosa, terminó siendo violento cuando uno de ellos le apuntó con la pistola en la cabeza. Inmediatamente otro integrante del público se la quitó, la escena se convirtió en una pelea.

Poco después ella comenzó a caminar rota, llorando, con sangre en el cuerpo, La gente huyó, abandonando apresuradamente el espacio, no podían soportar verla como humana.

La performance tuvo como conclusión la deshumanización ante alguien indefenso, ella comentó…”me sentí violada, apuntada con la pistola, me clavaron espinas en el estómago, me cortaron la ropa, así que tanto la agresión como la bondad, necesitan de acción, no de inacción como sucedió en el auditorio”.

Marina Abramović llevada al cine y al teatro

A esta artista no le han faltado los homenajes. Es en 2012 cuando se estrenó “La artista está presente” dirigida por Matthew Akers, nominada a mejor documental en los premios Spirit del cine independiente

Abramović llevó al teatro Vida y muerte de Marina Abramović donde colaboró con Bob Wilson, el actor Willem Dafoe y el cantante, inseparable de la performer, Antony Hegarty.

Una labor reconocida y valiente, de esta artista Serbia que tanto ha trabajado arriesgando hasta su propia vida por su arte, por su manera de estar en el mundo, el premio Princesa de Asturias será un merecido tributo profesional a su larga trayectoria.

Imagen desatada: Rest Energy. 1980
© Marina Abramović. Web