Daniel Canogar en Santander
La exposición individual Vestigios de Daniel Canogar ha podido visitarse en la santanderina Galería Juan Silió @galeriajuansilio, con obra que recorre los últimos tres años La muestra recorre la producción del artista en los últimos tres años y se ha llevado a cabo en colaboración con la Galería Max Estrella de Madrid. @galeriamaxestrella.
Unas pinceladas a su vida
Daniel Canogar (Madrid 1964) trabaja entre España y EE.UU. en su @studiodanielcanogar donde genera sus proyectos con grandes profesionales (ingenieros, creativos, científicos, etc.) con proyección internacional.
Desde sus inicios como fotógrafo Daniel trabajaba en el cuarto oscuro buscando lo escondido, lugar donde pasaba horas con la luz roja, a oscuras, han pasado treinta años y a pesar que ha cambiado de lo analógico a lo digital, Canogar sigue buscando lo mismo, ese enigma escondido que le hace seguir trabajando por entender la sociedad tecnológica en la que vivimos para crear belleza.
Ha creado Daniel esculturas Led de Data, Small Data, Animaciones Generativas, Proyecciones, que están por todo el mundo y pertenecen ya a colecciones de muchos Museos como: Museo Nacional de Arte Reina Sofia, Madrid, Wexner Center for the Arts Ohio, Centre de Arte Santa Mónica Barcelona; Museo Alejandro Otero, Caracas; Wexner Centre for the Arts, Ohio, etc.
Fascinación por las pantallas.
En esta muestra, Canogar explora la capacidad para ordenar, procesar y dar sentido a las noticias que recibimos diariamente. A través del arte computacional, el artista combina una investigación histórica y social, usando la tecnología como caja de herramientas, que nos sirve a nosotros para reflexionar.
Daniel trabaja la era tecnológica con algoritmos y Big Datas, piensa el autor “Desde Johannes Gutenberg hasta ahora ha habido un cambio, actualmente la información ya no solamente está en las bibliotecas, sino está la nube, es intangible, por lo tanto hay un cambio de paradigma” su arte es el proceso de comprensión de la era tecnología, en la que él aporta la activación de la misma, con tecnología de última generación en esta sociedad avanzada.
Su trabajo no está reñido con la práctica de meditación, ni con la necesidad de estar en constante contacto con las noticias de los medios de comunicación, estos son los pilares sobre los que se levanta Daniel al crear sus pantallas, donde refresca a cada segundo noticias que van transcurriendo a cada segundo (desde dramáticas a cómicas) fundiéndose con las pantallas los ciclos del consumo incesante. A estas proyecciones Canogar las anima y las activa de forma abstracta, creando una obra de arte en sí.
Latencias.
En Latencias el autor trabaja con una serie de dispositivos electrónicos sobre una pantalla que da una vuelta e integra las tecnologías obsoletas. Habla con ello con actitud crítica de la obsolescencia programada, preguntándose si él mismo sufre también la misma. En ese intento de comprender el pasado, Daniel rastrea soportes que son basura como el DVD (formato desaparecido). Daniel lo rescata de la basura reciclada y crea con su arte un homenaje a este, activándolo desde la contemporaineidad. A su vez es sensible con el medio ambiente y el uso de textiles y otros materiales altamente contaminantes para el planeta, motivo de crítica del autor.
Vestigios: la huella de los datos.
En Vestigios plantea un marco teórico desde el arte con obsolescencia programada. Los aparatos electrónicos con los que trabaja dejan una huella en la sociedad de consumo en la que vivimos inmersos, su afán es utilizar estos aparatos para darles la expresión artística que cobran con su arte desde el conocimiento científico y la abstracción.
Para ello crea pantallas como son (Zen, Tide, Beat) 2021.
Habla de estos aparatos electrónicos y los introduce en una pantalla como si fueran rastros frágiles de una época ya pasada. No hay nostalgia, sino revisión histórica y una línea de trabajo desde la tecnología que le sirve para comprender mejor la era en la que vivimos. Este proceso de búsqueda, encuentra esta basura en la periferia de la ciudad en los puntos “R”, reciclajes y chatarrerías, etc. Canogar crea con esta basura de la ruina tecnológica y de nuestra memoria histórica, soportes de información novedosos a través de algoritmos y nuevas tecnologías, su trabajo puede considerarse resiliente (porque siendo consciente del olvido de estos soportes, nos ofrece una nueva dimensión de ellos).
Entre el Fluxus y el Arte Abstracto.
Scrawl, 2023
En los últimos años, las redes sociales han cambiado radicalmente como nos comunicamos. Lo que en un principio se percibió como una democratización de los relatos hegemónicos de los medios de comunicación –controlados por una minoría– son ahora vistos como los principales impulsores de la realidad post-verdad.
Twitter es una plataforma especialmente radical en su contenido, con políticas de censura menos estrictas y, por tanto, un contenido más crudo. Esta condición lo convierte en un caldo de cultivo perfecto para canalizar frustraciones, preocupaciones contemporáneas y conspiraciones radicales, una disonante voz colectiva que a veces opera en forma de ola donde un texto de menos de 280 caracteres puede llegar a alcanzar una difusión a nivel viral y global.
Scrawlk y Twitter
Scrawl es una pieza digital generativa que reacciona a los trends de Twitter en tiempo real. El software de la obra recoge periódicamente los temas más mencionados en la comunidad twitter. Estos asuntos son traducidos en tiempo real a una estética de pintada vandálica y de denuncia que, a diferencia de un grafiti profesional, son realizados con rapidez y de forma anónima, muchas veces por la dureza o sinceridad de su contenido, otras como un simple gesto de auto enunciación.
Como obra en constante cambio, Scrawl intenta capturar las múltiples fuerzas y tensiones que cohabitan en espacios sociales como Twitter, donde la identidad de los individuos –siempre escoltada por la pantalla– se explaya en su versión más cruda y, paradójicamente, quizás más real y honesta.
El ritmo de Scrawl imita la sucesión de capas aplicadas sobre la pared urbana, donde los textos grafiteros son periódicamente tapados por capas planas de pintura, creando a su vez un nuevo lienzo para una nueva sucesión de grafitis. Se genera un pulso entre el ansia de comunicación individual del ciudadano, y la limpieza institucional que borra y “limpia” el caótico mundo grafitero.
El resultado es una obra algorítmica con una poética automática que se desliza constantemente entre la estética de la protesta social y la pintura abstracta.
Ficha técnica: Pantalla 4K HDR screen, software generativo, ordenador.
Wayward, 2022
Wayward está inspirada en artistas de la posguerra que empezaron a manipular fotografías extraídas de la prensa, entre ellos, Andy Warhol, Martha Rosler, Wolf Vostell o Robert Rauschenberg. Las protestas sociales de los años 60 motivaron a muchos artistas de esta era a intervenir fotos de prensa de guerras, manifestaciones políticas y diversas convulsiones sociales. Dominan serigrafías, fotomontajes, collage y otras técnicas de apropiación fotográfica.
Cincuenta años después, Wayward vuelve a procesar imágenes foto-periodísticas, pero esta vez filtradas por la herramienta digital. Las imágenes de las noticias del día son manipuladas digitalmente con efectos visuales que evocan técnicas analógicas y fotoquímicas del pasado. Como obra generativa, destaca su carácter procesual, que nunca queda acabada debido al incesante flujo de nuevas noticias.
Ficha técnica: Pantalla 4K HDR screen, software generativo, ordenador. Stills: Impresión sobre acero inoxidable con mordida al ácido.
La Modernidad Líquida en Canogar.
Otro de las características de Canogar es el público y como este interactúa con su obra, como ya decía Bourriaud en el 98 en el libro Estética Relacional “el arte es una caja de herramientas donde el artista de manera relacional interaciona con el público”. Su obscilación hace que se reinterprete de otra forma y le da una nueva visión de los medios. Este trabajo relacional, fruto de su esfuerzo y de su acercamiento con el espectador, lo podemos ver en proyecciones de gran magnitud como: Fundación Canal en Madrid o Downtown de Houston, entre otros, el público de manera performativa interactúa con su obra siendo parte de la misma.
Como dice Bauman en su Modernidad Líquida, la sociedad en la que vivimos es líquida, todo fluye y se mueve, por lo que él trabaja a tiempo real. En la actualidad el cambio de lecturas es vertiginoso, por lo que la obra inevitablemente cambia y se abre a otras interpretaciones novedosas e interesantes. Vestigios es la exposición en la que Canogar nos invita a reflexionar sobre la animación de latencias de los aparatos obsoletos, su memoria y su actualidad, la fragilidad del tiempo, la información desmedida de los medios de comunicación y lo líquido en la sociedad de consumo.
A pesar de haber terminado, no hemos querido dejar de reflejar en nuestras páginas esta magnífica exposición que, sin duda, quedará como referente de la obra de Canogar.
