La Sala Alcalá 31 acoge la trayectoria de
los últimos 10 años de Juan Muñoz

Todo lo que vive me sobrevivirá

Retrospectiva de Juan Muñoz (Madrid, 1953 – Ibiza, 2001) en la sala Alcalá 31 de Madrid reúne una docena de obras capitales realizadas entre 1989 y 2001, los últimos diez años de su trayectoria.

La estética de Muñoz ofrece un mundo teatralizado e irónico entorno a la representación de la realidad que más que respuestas se hace preguntas entorno a temas como “juego de espejos, ilusionismo, perspectivas ópticas, magia y teatro”.

Esta muestra está comisariada por Manuel Segade, el título está sacado de un verso de una poeta rusa Anna Ajmátova sacado de su doliente “Requiem” (1963) hace referencia a su trabajo espacio temporal mágico

Esta exposición es una puesta en escena de una selección de trabajos de su última época, el “Boat Ancient with Motor” (1989) se prepara para otra próxima exposición de Juan Muñoz en el CA2M de Móstoles comisariada también por Segade, a modo de continuación de esta muestra en este espacio entre junio y noviembre del 2023.

Comisario Manuel Segade

Manuel Segade (A Coruña, 1977) es licenciado en Historia del Arte por la Universidad de Santiago de Compostela. Su investigación predoctoral se centró en la revisión de la teatralidad y las estructuras lingüísticas alegóricas en la escultura de la década de los ochenta a través de la obra de Juan Muñoz.

Su trabajo ha viajado internacionalmente como se pudo comprobar en la Tate Modern de Londres unos meses antes de su fallecimiento con el título “Double Bind” en el 2001, que también se pudo disfrutar en el Reina Sofía de Madrid.

La sala conforma un anfiteatro

En esta exposición no se ha intervenido el espacio del arquitecto Antonio Palacios que hizo durante los primeros años de la postguerra y tuvo una reforma en el 2002, su espacio abovedado conforma un anfiteatro que conjuga muy bien con la idea teatral de Juan Muñoz, aún así no es habitual, ya que Guillermo Mora y otros artistas lo hicieron cambiando completamente su arquitectura con sus “sites specific”.

Todo lo que veo me sobrevivirá “tiene un montaje espacial con una fórmula de menos es más, que afortunadamente hace que su obra respire y dialogue entre sí.

Referentes en la obra de Juan Muñoz

Juan Muñoz fue fuertemente influenciado por creadores como Philip Guston, Robert Morris, Barnett Newman y Robert Smithson. Muñoz desarrolló una amistad con la curadora española Carmen Giménez, quien le presentó al influyente escultor Richard Serra.

Muñoz crea un silencio sonoro de sus piezas. Comentado por Alberto iglesias, músico con quien colaboró en un proyecto conjunto, dice que su obra “rememora una imaginación del sonido, conectada por lo que no se oye pero se intuye”.

Cada obra goza de intimidad del sonido en el silencio

Aún así, cada obra goza de intimidad del sonido en el silencio, la promesa es el susurro construyendo un lenguaje de emociones. Juan evoca relatos de manera narrativa; la lectura de su trabajo dialoga entre sí con las demás piezas y con el espacio relacional en el que interactúa el público.

Las obras de Muñoz construyen un ilusionismo teatral enigmático, accedemos a su trabajo por el concepto barroco del juego de espejos, del doble espacio, como podemos disfrutar en su obra “Sara frente al espejo (1996) vemos a la menina que extrañamente provoca un malestar incómodo en el espectador, o la belleza del irónico del chino Allo specchio‘ (1997) , juego de Muñoz sobre la risa y la máscara ante un espejo, hombre con antifaz construyendo también ese juego de espejos con asombro, da un toque sarcástico sin caer en lo jocoso.

Juegos sobre la risa en lo teatral

Juan Muñoz hizo de la realidad algo propio, su contexto espacial hace que intervenga en el espacio con su idea de lo teatral, a su vez trabaja con un espacio que dialoga entre los géneros, literario, pictórico, teatral….

Esta cercanía del espectador es sentimental y afectiva, dejando un poso de extrañeza, y ahí está su fuerza colosal, su estética relacional hace que veamos su recepción como parte nuestra con ese poder mágico, su escenografía como ese suelo óptico genera desconcierto, pero también genera interrogantes en este entorno narrativo.

La plaza - Juan Muñoz - sala alcala 31- arte a un click

La plaza

Sus esculturas e instalaciones muestran desconcertantes enanos, muñecos de ventrílocuo y chinos sonrientes esculpidos en bronce, terracota o resina. Como los personajes de Beckett que rumian y rumian una conversación infinita que no conduce a ninguna parte, pero causan incomodidad al contemplarlos.

Análisis de las piezas

Los relicarios que crea pueden tener una lectura barroca con sus vitrinas profusamente decoradas.
Los balcones propios de los teatros los sitúan a otra escala de manera que nos obligan a levantar la mirada y así discurrir en el diálogo de las piezas entre sí.

El suelo genera ilusiones ópticas muy del estilo de Juan Muñoz. La proximidad entre el límite del espacio casi intangible de Juan Muñoz es propio del renacimiento y avanza en el contemporáneo con la construcción de mundos imaginarios, propio de artistas como M.C.Escher.
Two Watchamen‘ (1993), caraterístico balancín de resina dialoga con estética neobarroca y expresionista con gestos histriónicos entre el desequilibrio y la burla creando ese ilusionismo típico en su obra.

Two Watchamen (1993),- Juan Muñoz - sala alcala 31- arte a un click

Two Watchamen (1993),

Allo specchio” (1997), Juego de Muñoz sobre la risa y la máscara ante un espejo, advierte al espectador una manera relacional de comunicarse con él.

Historia de una trapecista

Con la cuerda en la boca (1997) Juan Muñoz comenzó a idear la pieza, con otras colgadas del techo. Estas fueron realizadas en resina en tono monocromo gris, a escala algo inferior de la realidad, rinde homenaje a la pintura de Degás Miss lala at the Cirque Fernando (1979).

Con la cuerda en la boca (1997)- Juan Muñoz - sala alcala 31- arte a un click

Con la cuerda en la boca (1997)

La trapecista que se elevaba del suelo sujetando su cuerpo con una anilla en la boca, al colgarse del techo y llevar las manos atrás, tiene algo de sometimiento, de teatralidad y asume el riesgo de caer sin la red de seguridad. Lo artístico genera un riesgo mayor que la realidad, y hace que nos preguntemos ¿quién corre el mayor riesgo?.

Es una pregunta hoy vigente que plantea la precariedad de lo artístico en el mercado del arte, afortunadamente Juan Muñoz que vivió en NYC y tuvo buenas oportunidades no lo vivió pero no era ajeno a ello, sirva su crítica para mantener esa cuestión que tanto perturba al mundo del arte.

Gran sentido del humor

Su constante aproximación a la realidad desde la ironía hace que capte un sesgo histriónico de lo teatral para que el diálogo entre las piezas y su realidad esté vinculado con un gran sentido del humor planteando incertidumbres abiertas hoy en día, por este y otros motivos su obra sigue estando de rabiosa actualidad y lo celebramos con esta exposición del autor que en junio hubiera cumplido 70 años.

Su reconocido trabajo que fue Premio Nacional de las Artes en el 2000, sigue vigente aún hoy en sus esculturas porque siguen produciendo extrañeza e ilusionismo. No dejen de verla, estará abierta hasta el 11 de Junio.

Retrospectiva. Juan Muñoz. Web
Lugar: Sala Alcalá 31. Madrid
Fechas; Hasta el 11 de junio de 2023

Imagen destadada: “Allo specchio” (1997).

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