La pintura de Jessica Rimondi (Turín, 1987) desprende veracidad, su especial tratamiento de la figura, emotivo y carnal al mismo tiempo nos deja sensaciones por las que transitar sin descanso.
Con la figura y el retrato como eje central desarrolla una obra llena de movimiento, donde el gesto y la veracidad se expresan en cada pincelada; trazos potentes, decididos, sin rastro de vacilación. Óleos y acrílicos con los que traslada al espectador algo más que una mera expresión, nos permite ver a través de sus personajes, podemos “oír” sus pensamientos, casi su respiración.
La autora dice inspirarse en aquellas personas que la rodean, aquellos a quienes quiere, a quienes disfruta, y así consigue materializar el inconsciente del retratado, quizá la clave esté ahí, en el gozo de pintar la realidad que tiene cerca; en el placer de desnudar a quien se deja hacer confiado, sabiendo que nada mal puede acaecerle.
© Jessica Rimondi | Web