Casi se podría decir de él que es un cuenta cuentos, porque desde luego lo que más parece motivar a Vincent Minor (EEUU) es precisamente eso, contar historias a través de la fotografía digital; capaz de crear en cada imagen una narrativa para desarrollar un concepto complejo, busca continuamente esa estampa fija que le permite trasmitirlo.
Sus fotomanipulaciones nos conducen por mil mundos, relatos fantásticos a los que nos sumamos sin darnos cuenta; y no es de extrañar dadas sus cuidadas escenografías. Deliciosa experiencia bucear en cada una, extraer el relato que no siempre coincidirá con el del autor, pero que será ese al que hemos llegado libremente.
Iluminaciones estudiadas, personajes que inundan nuestra mente colocados en puntos de no retorno, instantes decisivos a los que quizá no quieran llegar; errores cometidos albergados en imágenes que son de todo, menos supéfluas. Luchas contra temores, el odio, la pérdida, situaciones extremas, buscadas o no, momentos mágicos, de no retorno, temores y amores enseñoreándose en nuestro ser, destapando sentimientos, sin prejuicios.
Consciente e inconsciente en un mismo relato, Vincent Minor juega con las ideas, les de la vuelta y las fotografía, y lo hace con la vida y la muerte, con la teatralidad que se impone a si mismo, y a cada uno de sus protagonistas, sus escenas o sus manipulaciones, una tras otras hasta alcanzarnos.
© Vincent Minor | Web
Mila Abadía | Jose L. Calleja
