TERESA BLANCO. La prisión de la reina Dadá.

La prisión de la reina Dadá

Fotografía digital 

50 x 60 cm.

2021


El 5 de febrero de 1916, Emmy Hennings, funda el Cabaret Voltaire, punto de encuentro y de partida, del Dadaísmo, de artistas y exiliados. Del antiarte y de la bohemia, de la música y la poesía.

Fue una artista polifacética, además de poeta y novelista, también trabajó en cabarets y actriz, bailarina, marionetista. Su obra escrita fue una reflexión sobre todo lo que había vivido, sentido y visto.

En 1919 publica una novela “Cárcel” donde narra su paso por la cárcel durante dos meses, al haber sido denunciada por un cliente, pues había sido prostituta, de haberle robado. En su libro se atrevió a escribir a pecho descubierto sobre la ruindad del sistema jurídico germano, sobre la situación de indefensión de las mujeres, obligadas a prostituirse para sobrevivir y culpabilizadas por los propios hombres que utilizaban sus servicios.

Así lo denunciaba: “La parcialidad es inquietante. Se debería castigar a la seductora y al seducido: la oportunidad y el ladrón. Se toma a la criatura más indefensa, una muchacha de la calle. Si está prohibido dejarse pagar horas de amor, debe prohibirse pagar horas de amor. Pero la experiencia enseña que las personas no pueden vivir sin horas de amor. Así que habría que organizar el amor de otro modo”.

Su cuerpo fue su cárcel. Fue el único medio de supervivencia de la escritora durante esos azarosos años. Sirva esta fotografía de homenaje a esta gran artista que entona un canto trasnochado a la libertad, “El mundo yace allí fuera, donde la vida ruge. A los hombres se les permite ir a donde quieran. Una vez nosotras también les pertenecimos”. En su prosa incorpora esa lectura feminista, la de un alegato a la libertad y a la igualdad de alguien que está entre rejas físicas y sociales.


Teresa Blanco

Fotógrafa interesada por el mundo que rodea a las mujeres poniendo el foco en la discriminación política y social que sufren. A través de mis fotos pretendo realizar una reivindicación feminista que tome en cuenta las expectativas de las mujeres, en una sociedad siempre dispuesta a socavarlas y  a alienar el cuerpo femenino. Mi compromiso por denunciar la invisibilidad, la injusticia y la violencia que sufrimos las mujeres la realizo de la mejor forma en que me expreso, la fotografía.

Mis fotos hablan de emociones, pequeños mundos simbólicos que muchas veces escupo mediante la crítica social. También muestran mis gustos por los reportajes sociales donde intento denunciar la vulneración de cualquiera de los derechos humanos.

Además de BNYM pertenezco al  colectivo de mujeres fotógrafas llamado “Warmi” donde mis trabajos se han expuesto de forma colectiva en distintos espacios. En ambos me une la ilusión de poder tratar  los mismos temas, el empoderamiento de las mujeres, la lucha por la igualdad y la inclusión.

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