La UMutante acoge la exposición de Cesc Farré
En la exposición de Cesc Farré, Cofre de mar, hay una representación del mar que lleva adentro con una doble vertiente: un apartado impresionista de momentos efímeros del mar que lleva en su ser y que le conecta con su yo más vital y por otro lado existe un yo investigativo y a su vez profundo de los estados del ser o del alma, aquí es donde se adentra en un paisaje interior del niño que lleva dentro.
Nos sitúa en momentos de intimidad y de exploración del gesto, del fluir del mar, de lo más emocional que conecta con su visión personal y brillante de la luz, una luz que lleva dentro y que pinta con esplendor eso lo conecta con una técnica impecable y la pura improvisación del paisaje cambiante en todo momento con su pincelada sutil y poética.
Se está celebrando en la Galería de Salamanca la UMutante hasta el 8 de octubre , con el título Cofre de Mar.
Biografía de Cesc
Arquitecto (Terrassa, 1972) por la ETSAV (Escuela Técnica Superior de Arquitectura) (UPC, Barcelona) una prestigiosa Universidad donde obtuvo una beca para el Departamento de expresión gráfica en la ilustración de patrimonio arquitectónico.
Reconocido artista que ha ganado numerosos premios y reconocimientos en el mundo del arte a nivel nacional e internacional. Actualmente compagina su enseñanza de la acuarela con cursos y talleres de expresión gráfica, con concursos y exposiciones nacionales e internacionales.
Ha diseñado una caja especial en colaboración con la empresa H. Schmincke & Co., que ya está disponible en una edición limitada.
Es robusta y metálica, apta tanto para estudio como para pintar a “plein air”. Contiene 18 godets enteros de HORADAM® AQUARELL en colores seleccionados, incluyendo un tono de pintura desarrollado especialmente para mí, llamado “gris océano por Cesc Farré”, un tono granulado azul-grisáceo que solo está disponible en esta caja.
Desde el 2014 decide dejar de ejercer la arquitectura y dedicarse por completo a la acuarela.
A la vuelta de Argelia se instala en Madrid donde impartirá clases de acuarela y hará demostraciones por países como Brasil, Italia, Rusia, Portugal, India o Perú.
A lo largo de ese tiempo ha ganado premios por su labor artística tanto en España como en el extranjero, tales como el Premio Museo de la Cartae Della Filigrana en Fabriano (Italia), el Villa de Aiguillon (Francia) o el premio Talok en México, entre otros.
Actualmente, su trabajo artístico se centra en la búsqueda de todas las posibilidades plásticas como el lenguaje de la acuarela sobre papel y desarrolla una labor docente compartiendo sus conocimientos que ha ido desarrollando a lo largo de más de 25 años.
“Todo pensamiento es un vaivén” (Brea)
En cada una de las acuarelas de Cesc Farré, estoy yo en las distintas edades de mi vida y por ser estas imágenes tan esenciales, tan poderosas, confieso mi incapacidad de definirlas, tan solo puedo escribir que en un momento de cada día estoy ahí, en esa intemperie que da cuenta de todo el camino recorrido y del horizonte que se acerca. Elvira Lindo
Entra el mar en la orilla y se descalza.
Hay círculos de azogue,
Erizos sordos
Y la huella prehistórica de todos los lenguajes
Como inaudito
Que parece a la vez un espejo
Una herida
Una piedra durmiendo ante tu pie.
Solo el agua se exalta y nos posee.
María Ángeles Pérez López
Todo lo que denominamos saber, juega en ese orden entre las posibilidades que la técnica da junto con el conocimiento. Entre su juego y su movimiento está la combinación con el pensamiento.
Al narrar la aventura del espíritu hacia lo trazado, hacia atrás, hacia delante o lo fugaz.
Cesc busca toda una esencialidad del alma hacia su representación en estas acuarelas, en las que descubrimos la dispersión: no hay líneas ni orden, solo una mezcla de todo con todo, un índice de memoria, un elemento de azar, un suceso.
De este trazo surge el gesto de la pincelada como si fuera una caricia, entre lo encontrado y lo no encontrado; en este diálogo con el paisaje es preciso dar flujo a una sucesión de instantáneas, de momentos del día, del alma, de la luz, al encuentro entre lo que hay fuera y lo que sucede dentro, un atisbo del porvenir.
En ese rumor de la acuarela surge la indagación de lo psíquico, de lo que sucede en el pensamiento, de la búsqueda de lo efímero en el movimiento. Por eso esas caricias son del alma.
En ese instante mudo surge la música del color desplegado en armónicos para lograr el movimiento de las manchas.
El espíritu guía lo que la mano conduce desde el pensamiento, brotando así un espacio lleno de posibilidades que al igual que lo representado trasciende al estado del alma y desde ahí nos lleva al sentimiento del hombre libre.
Ese es vuestro mar, el cielo es vuestro mar. Cesc Farré
Ese trazo libre y medido por la técnica nos dibuja su pensamiento del paisaje en el que se trasluce lo que añora, lo que sueña, aquello a lo que da vida con sus pinceladas, que tienen movimiento gracias a esa mezcla de ideas y pensamientos; dando así vida a lo instantáneo, a esa poética interior que son sus estados anímicos, sus lugares soñados y a veces encontrados.
En su insistente búsqueda repite varias escenas que cambian un rasgo, un brillo, una luz, tal vez sea la búsqueda de lo que no dejó nunca de indagar y en ella habrá muchas variaciones tonales y armónicas para llegar a su respuesta, consiguiendo que su pensamiento se mueva y con él llegue a la abstracción.
Este arte tiene un interés en el paisaje como importancia medioambiental, pero también connota lo sublime y busca un equilibrio con lo que te rodea.
“Entre ruidos conocidos y silencios por conocer, al ritmo de destellos descompuestos, anhelo de paz ondeando en un mar infinito de culturas”. Cesc Farré
Se establece una relación entre la naturaleza y el hombre y aparece un sentido místico y misterioso del mismo.
El punto de partida de Cesc es lo universal:
el conjunto de sus obras lo resuelve desde el fragmento y con esa combinación de expresión y vacío se conforma el enigma, consiguiendo un equilibrio entre el realismo y la abstracción, imponiendo su estilo al resto .
Su enigma es una poética que mantiene el artista con el paisaje, que esconde lo vital, su pasión por la naturaleza, por reflejar su afán soñador.
Son paisajes del alma que refleja desde su interior y en los que su intensidad emana de su desnudez frente a ellos; por ello hay que ver en este trabajo su pretendida poesía, su vehemencia en su rotundidad y en el ritmo interno de sus pinceladas que dan brillo al conjunto.
Esa pasión lo acerca a la vida.
Esa poética marca su atlas de las emociones, desde momentos de calma hasta lo abrupto de la rabia, llegando hasta la profundidad de su abismo.
Su visión es una mirada en tránsito que desde el realismo plasma el movimiento; esa sensación de movimiento es como hacer visible un enigma capaz de excitar los sentidos.
En el fondo, en el equilibrio entre la realidad y la abstracción, está la capacidad de inventar algo no real que podemos ver en la escala (ya que no tiene elementos de postes ni farolas), lo que hace de esta una pintura imaginada y que recoge Cesc como testigo de su imaginación; y esa posibilidad va más allá de ver lo que hay en el espacio representado.
Pintura como tránsito
Es la frontera con lo que él tiene dentro como ejercicio indagativo, por ello hablaremos de ellas como pintura en tránsito o huella.
Su pintura esconde una intensidad emotiva, de cierto sabor melancólico.
Solo es descubierto desde el mirar detenido que permite averiguar que todo es producto de una elegante simplificación.
La máxima del minimalismo “menos es más” es el factor que conjuga Cesc en todas sus creaciones.
Con el mínimo de elementos, consigue el máximo de emoción, para lo cual experimenta, exprime al máximo la técnica para dar mayor expresión a las texturas, a los matices, a la luz y fundamentalmente al mar que conjuga con la fuerza de Lorca, porque añade lo simbólico y emocional que tiene en él.
Visiones texturizadas
La pintura es una idea, la idea de estar inmersos con un todo, históricamente anclada al romanticismo de lo nimio frente a la grandeza de la naturaleza; desde su pasado, en el que el mar infantil inunda su memoria, y con el conocimiento de lo actual, roza la exquisitez formal en la captación de las texturas, que explotan y nos sumergen en una nueva perspectiva sobre el pasado y el futuro.
Es por ello una pintura caleidoscópica llena de fractales que crean infinitas formas. Su pintura no es ajena a su historia .
Es algo vital que surge del instante efímero y nos lleva hacia delante con su pensamiento.
Estas acuarelas activan lo sensorial, con la técnica nos llevan a las emociones de Farré y convierte la imagen en algo táctil, una experiencia expandida.
Reinterpretar desde la textura, desde la luz, el color y desde ahí llegar a la abstracción, a la posibilidad de abstraerse de la realidad, en esa abstracción se llega a la idea que es el eje y motor del pensamiento de Cesc.
Su pintura es acuática, fluida, meándrica.
La UMutante. Web
C/ Melchor Cano, 9. Salamanca
