CAFÉ CABARET VOLTAIRE
Exposición Blanco Negro y Magenta
Equipo curatorial: Blanco Negro y Magenta
Comisariado: Dora Román y Concha Mayordomo
Diseño Gráfico: Anabel Pedrajas
Traducción de texto: Nicole Herzog-Verrey
Fechas: Del 6 de mayo al 8 de junio de 2021
Lugar: Online. www.arteaunclick.es
Patrocina:
Arte a un Click
Embajada Suiza para España y Andorra
Artistas
Almudena Armenta
Amalie Leschamps
Canal Bedia
Carmen Imbach
Concha Mayordomo
Charo Corrales
Dora Román
Elena del Moral
Emi Azor
Esperanza Durán
Eva Rodríguez
Gema Lopesino
Leticia Reyero
Lo Súper
Marga Colás
María Vega
María Jesús Manzanares
Marta Albarrán
Rebeka Elizegi
Soniya Patel
Teresa Blanco
Virginia d ́Angelo
Yolanda Lalonso
Artista invitada
Nicole Herzog-Verrey
Café Cabaret Voltaire
El Café Cabaret Voltaire existe desde 1916, según se indica en su fachada. Un lugar que se consolidó como el epicentro de uno de los momentos culturales más excéntricos de la historia, como fue el movimiento Dadá.
La pareja formada por la bailarina Emmy Jennings y el director teatral Hugo Ball tuvieron la brillante idea de transformar una taberna de “mala reputación” de un barrio popular de Zúrich en un café literario que acogiera la inteligencia exiliada de la Primera Guerra Mundial, aprovechando la neutralidad suiza. Desde sus paredes, pudieron desarrollarse actividades antibélicas por medio de acciones como la poesía, la música y diferentes disciplinas artísticas. Mientras todo ello sucedía, Emmy cantaba y bailaba acompañada por un piano, recreando así unas actuaciones que posteriormente hemos denominado performances.
Si bien Emmy fue una figura destacada en la creación de Café Cabaret Voltaire y, por ende, en el nacimiento del dadaísmo, las artistas de la asociación Blanco, Negro y Magenta hemos querido destacar con esta exposición los nombres y las obras de otras artistas que han sido solapadas, minusva- loradas o ignoradas a la hora de describir la historia del movimiento Dadá.
En estas páginas se pueden encontrar varios homenajes a la figura indiscutible de Sophie Taeuber-Arp, quien supo borrar las fronteras entre arte y artesanía valorando el trazado geométrico, el cual incorporó a muchas de sus obras.
Del movimiento aprendió a desarrollar la libertad de expresión, en tanto ella aportó al Dadá la posibilidad de incorporar el diseño de ves- tuario y de objetos como marionetas.
La amplitud de miras de esa libertad de acción no impidió que se pudieran incorporar disciplinas clásicas como la pintura de Alice Bailly o las interpretaciones de piezas dadaísta de Maria Germanova.
Dentro de este contexto, también destacaron las muñecas realizadas por la alemana Hannah Höch. En 1917 se creó el grupo Dadá berlinés y Han- nah estuvo presente en muchas de las iniciativas más renovadoras de la cultura alemana de los años diez y veinte, siendo la única mujer del grupo.
En este proyecto también se rinde homenaje a otras artistas que, pese a encontrarse alejadas en el tiempo del Café Cabaret Voltaire, han sido me- recedoras de especial atención, motivo por el que están presentes en él: Meret Oppenheim, que dio continuidad a la obra dadaísta con sus objetos imposibles, y la francesa Louise Bourgeois, una figura inexcusable en el contexto del arte liberador.
Para terminar, solo queda dar las gracias a la Embajada de Suiza en Es- paña por haber acogido con tanto interés este ilusionante proyecto.
Dora Román y Concha Mayordomo
Comisarias
ALMUDENA ARMENTA
AMALIE LESCHAMPS
CANAL BEDIA
CARMEN IMBACH
CONCHA MAYORDOMO
CHARO CORRALES
DORA ROMÁN
ELENA DEL MORAL
EMI AZOR
ESPERANZA DURÁN
EVA RODRÍGUEZ
GEMA LOPESINO
LETICIA REYERO
LO SUPER
MARGA COLÁS
MARÍA VEGA
MARÍA JESÚS MANZANARES
MARTA ALBARRÁN
REBEKA ELIZEGI
SONIYA AMRIT PATEL
TERESA BLANCO
VIRGINIA D’ANGELO
YOLANDA LALONSO
ARTISTA INVITADA
NICOLE HERZOG-VERREY
El Cabaret Voltaire y las mujeres Dadá de Zúrich
Por Salomé Hohl, directora
Traducción al español : Nicole Herzog-Verrey
Abril 2021
Desde enero de 2020, soy la directora del Cabaret Voltaire, la primera mujer en la joven historia de la institución, que comenzó en 2004, 88 años después del histórico Cabaret Voltaire que existió desde febrero hasta julio de 1916.
En 2002, su edificio en la Spiegelgasse 1 fue ocupado por un grupo de artistas de Zúrich. Este hecho por fin devolvió el legado de esta dirección a la memoria de la ciudad, después de haber sido un restaurante, un bar y un club entre agosto de 1916
y 2002.
Aunque el dadaísmo se había extendido por todo el mundo, en Zúrich su importancia cultural e histórica estuvo bastante olvidada. Después de Dada se produjeron pocos acontecimientos dignos de mención: El 50º aniversario, en 1966, supuso un primer cambio. Se hizo una exposición en el Kunsthaus de Zürich para conmemorar la cuna del dadaísmo.
Pero, los resultados más importantes de la investigación sobre Dadá Zúrich probablemente sólo estén disponibles desde la década de 1980. En la historización, sin embargo, se puso de manifiesto un problema básico: los hombres escribían sobre los hombres. Esto comenzó con los propios dadaístas. Desde Tristan Tzara hasta Hans Richter, Hugo Ball o Richard Huelsenbeck, todos ellos escribieron crónicas y también reivindicaron inmediatamente la invención de la palabra “Dadá”. Así, las mujeres quedaron al margen del canon dadaísta y se limitaron a ilustrar los libros de historia.
Emmy Hennings, por ejemplo, ilustró la contraportada del libro DADA de 1957, con poemas de los fundadores del movimiento (publicado por Die Arche), pero ella no figuraba como autora. Además, apenas se la menciona en el catálogo del Kunsthaus Zürich de 1985. Y ello a pesar de que el dadaísmo fue uno de los primeros movimientos artísticos que incluyó a las mujeres como artistas de pleno derecho. Las mujeres dependían del favor de los hombres. La desigualdad estructural impedía que las mujeres se matricularan en las escuelas de arte hasta bien entrado el siglo XX. Pero ahora, las cosa han cambiado. Ina Bösch por ejemplo ha publicado en Suiza el libro Sie Dada (Ella,Dadá) en 2015.
Ya antes de empezar a dirigir el Cabaret Voltaire, planeé arrancar con una exposición de la pionera olvidada Emmy Hennings. Emmy Hennings fue cofundadora del Cabaret Voltaire y la figura más presente en el bar de los artistas; una artista y escritora que alcanzó la fama en los años veinte. Su variada obra abarca desde performances, novelas, poemas, actividades periodísticas hasta objetos de arte como muñecas, collages o vidrieras. Quería tomarme sus obras en serio, pero también hacerlas dialogar con el presente. La exposición “Emmy Hennings / Sitara Abuzar Ghanzawi” se inauguró el memorable 13 de marzo de 2020, coincidiendo así con el inicio del primer confinamiento. Los documentos y trabajos de Emmy Hennings y las obras de la joven artista zuriquesa Sitara Abuzar Ghaznawi dormitaron inicialmente casi sin ser vistas en las salas de exposición. En verano se nos permitió reabrir, y en noviembre la exposición viajó al Instituto Suizo de Nueva York. Esta fue la primera aparición de Emmy Hennings en los Estados Unidos. Actualmente estamos trabajando en la publicación “Emmy Hennings / Sitara Abuzar Ghaznawi”. Las biografías, las circunstancias y los métodos creativos de las dos artistas son muy diferentes, pero siempre coinciden cuando aparecen temas de desigualdad y los definen sutilmente. Ambos denuncian una mirada masculina y burguesa, Ghaznawi además critica también la mirada occidental.
Emma Maria Cordsen, nacida en Flensburg en 1885, huyó de los confines pequeñoburgueses de la ciudad cercana a Dinamarca a una edad temprana. A partir de 1905 recorrió Alemania en teatros ambulantes, durante un breve periodo de tiempo con su primer marido, el cajista Joseph Paul Hennings. Actuó en cabarets europeos, vivió la drogadicción, la pobreza, la prostitución y la cárcel. La hipocresía de la burguesía le resultaba un horror. La calle le parecía más honesta. En Múnich y Berlín conoció a gente de los círculos bohemios que la fascinaban, por ejemplo, artistas de la escena expresionista. En 1914, como colaboradora de la revista Simplicissimus, conoció a su futuro marido Hugo Ball. En 1915, en plena Primera Guerra Mundial, viajó con él a Suiza, y el 5 de febrero de 1916 ambos fundaron el Cabaret Voltaire. En 1917, la Galería Dadá se instaló en la casa Sprüngli de la Bahnhofstrasse de Zúrich, y ese mismo año se trasladaron a Ascona, en el Ticino, donde Hugo Ball murió en 1927 y Emmy Ball-Hennings en 1948. Otras estaciones en su vida fueron Berna, Colonia, Budapest, París y Roma. “Era importante para mí contar como una persona y no solo como . Superar el hecho que solo se me considerara prostituta, drogadicta, musa o .”
Otra protagonista del círculo dadaísta de Zúrich fue Sophie Taeuber-Arp. Aunque aparece en el antiguo billete de 50 francos suizos y se la celebra en Basilea, Nueva York y Londres ese año, también le faltó el reconocimiento durante mucho tiempo. Además, la clasificación histórica del arte con su jerarquización de géneros, ignoró en gran medida sus obras en las artes aplicadas. Las categorías tradicionales de las artes no permitían considerar sus obras creadas con materiales y técnicas artesanales como verdaderas obras de arte.
o fue hasta 1929 cuando Taeuber-Arp mostró obras “autónomas” en exposiciones de arte en París. Sin embargo, una de las primeras exposiciones, o incluso la primera, fue probablemente la de febrero de 1916 en la Kunstgewerbeschule de Zúrich. Daba clases allí, al mismo tiempo que se inauguraba el Cabaret Voltaire. Taeuber expuso en la Kunstgewerbeschule cojines, telas bordadas a mano y con máquina bordadora y un bolso bordado con cuentas. Taeuber-Arp, que creció en Trogen, Appenzell Ausserrhoden, aprendió su oficio en su lugar de nacimiento, St. Gallen. Sophie Taeuber-Arp (1889-1943) estuvo presente en el Cabaret Voltaire, también bailando en el escenario de madera. Más adelante expuso en la Galerie Dada. Para no perder su puesto de trabajo en la Escuela de Artes y Oficios de Zúrich, no podía aparecer con su propio nombre en la taberna de artistas Voltaire. En 1918 firmó el manifiesto dadaísta con un seudónimo, aunque también se mostró escéptica respecto al grupo. En 1919, escribió a Hans Arp: “¡Estoy muy enfadada! Qué tontería es esa de los “artistas radicales” […] Dadá es otra cosa, se puede ver lo que se hace y cada uno puede pensar lo que quiera”. Declaraciones como éstas aportan una nueva perspectiva sobre el dadaísmo y muestran la independencia de los artistas dadaístas. En 2022, una exposición sobre Sophie Taeuber-Arp seguirá también en el Cabaret Voltaire, en diálogo con Mai-Thu Perret, artista ginebrina de madre vietnamita.
Junto a Emmy Hennings y Sophie Taeuber-Arp, por ejemplo, apareció la bailarina, coreógrafa, profesora de danza y pionera de la creación de danza libre, Suzanne Perrottet.
En 1912, Perrottet conoció a su socio Rudolf von Laban, con quien trabajó a partir de 1913 tanto en el Monte Verità, cerca de Ascona, como en Zúrich, creando,entre otras cosas, clases para niños en la Escuela Laban de Arte del Movimiento. En Zúrich participó en las veladas de baile de Mary Wigman y en las veladas dadaístas, donde actuó como pianista: en la inauguración de la Galerie Dada, el 29 de marzo de 1917, tocó Seis pequeñas piezas para piano de Arnold Schönberg.
El círculo dadaísta internacional incluye a numerosas artistas como Hannah Höch, Elsa von Freytag-Loringhoven, Mina Loy, Angelika Hoerle y decenas más. Todas ellas deben ser historiadas y consideradas seriamente como artistas, y no sólo como musas o notas a pie de página. Algunas de estas artistas también jugaron con la identidad de género. Elsa von Freytag-Loringhoven, por ejemplo, quizá la verdadera inventora del urinario de Duchamp, actuó como drag king, cuestionando los estereotipos de género incluso en aquella época.
Para mí es importante, no contemplar Dadá dogmáticamente, sino mirar al movimiento con nuevas perspectivas, tanto a sus protagonistas como a sus temas. Por eso quiero dar voz a las que fueron marginalizadas por la historización masculina injusta y limitada. Pero el Cabaret Voltaire actual es tambien una plataforma para artes contemporáneas y debates.
Con nuestras veladas temáticas de los martes, las exposiciones temporales, unas performances y lecturas en escena, el Cabaret Voltaire es ahora un punto de encuentro único para gente con inquietudes.
El 8 de maio se representará por última vez la opereta “The Teacher” de Agnes Scherer, antes de una reforma del local que durará unos neve meses. Pero vamos a estar presentes con un programa callejero en verano en Zúrich y a mediados de agosto estaremos activos en el legendario Monte Verità en el Ticino.
Pueden encontrar nuestra programación y otras informaciones en nuestra web: www.cabaretvoltaire.ch. También estamos activos en Instagram y Facebook como cabaretvoltaire.ch.
¡Bienvenidas las personas interesadas, nuevos miembros y benefactores!
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