Tiempo OMA: Land art en el DA2 Domus Artium Salamanca 2002
Tiempo OMA paradigma del Land Art
El DA2 Domus Artium Salamanca 2002 acoge la muestra Tiempo Oma que puede visitarse hasta el 19 de mayo 2019.
Tiempo Oma lo conforma un colectivo (Arte y nuevos medios) que trabaja en el entorno rural de la Herguijuela de la Sierra en Salamanca y que celebra este año sus 25 años de trabajo juntos. Este colectivo parte de 11 componentes fijos, pero al ser un grupo abierto y dinámico permite la colaboración de otras personas interesadas tanto en lo artístico como en otros ámbitos.
“Los miembros de OMA han ido desarrollando un diálogo, sutil y sostenido, entre tradición y modernidad o, más precisamente, contemporaneidad, partiendo siempre de este lugar irradiante, en un mundo rural y campesino de una personalidad tan poderosa, desde el que realizan sus propuestas, debates, postulados y prácticas artísticas.” (Fragmentos del texto El descenso al lugar de José Luis Puerto, con motivo de la exposición Tiempo OMA.)
Intervenciones efímeras con la naturaleza como base
Los Encuentros OMA se conciben como una reunión de trabajo desde los parámetros clásicos del Land Art, corriente que tuvo su origen en 1968 y cuyo su objetivo principal era preservar el medio ambiente mediante intervenciones plásticas y escultóricas en el medio natural.
La mayoría de las intervenciones tienen un carácter temporal, por lo que el viento, el clima, la erosión, los animales hacen que no se mantenga, el uso de filmaciones, de fotos, es imprescindible para su ulterior difusión. Lo importante es que el espectador pase de ser un espectador pasivo a uno activo.
Estas intervenciones generan reflexiones sobre la naturaleza, el territorio y su contexto, manteniendo siempre un respeto al medio ambiente desde una conciencia de la ruralidad. Para realizar estas intervenciones se recurre a elementos de la naturaleza, así que serán los árboles, las ramas, piedras, telas, hierbas, los materiales con los que construirán sus proyectos.
Un paseo por la muestra
La exposición comienza con una contextualización a través de su ubicación. El colectivo se reúne cada verano en “el collao” una finca privada a escasos km de Herguijuela de la Sierra, localidad ubicada en la sierra de Francia de la provincia de Salamanca.
Es en la sala de contextualización donde se dan visibilidad a esos 25 años de trabajos juntos con las imágenes de Agustín Sánchez, testigo oficial que documenta desde su prisma artístico los proyectos que se han ido desarrollando.
Además, se recogen en una serie de vitrinas las publicaciones que han ido realizando (entre ellos el camino del agua y el camino de las raíces) rutas con intervenciones donde el agua es elemento evocador a su paso pero permite un acercamiento sentimental al medio natural.
Nos enseña que lo importante es el concepto de las tradiciones de ese medio natural y lo necesario que es conservarlas y transmitirlas, así se plantean varias de las piezas, entre ellas la de su comisario Juanvi Sánchez o las de Ramón Pérez que investigan sobre oficios rurales de personas que han desparecido o están a punto de desaparecer y cogen el relevo para dar voz a modo de homenaje a los que ya no pueden hacerlo.
De esta manera sabemos la identidad de esta zona con sus oficios, con sus gentes que son los que humanizan y de esta manera entender el mundo que nos rodea.
Habitantes, usos y costumbres
También hay proyectos como el de Ana García que desde la dulzura de explicar a sus alumnos lo que es el calendario, ya que es maestra , hace un calendario con 9125 ramas de maderas que conforman los 25 años de trabajo juntos.
Un ejercicio tangible y sencillo de la variedad que caracteriza a cada uno de los días, todos distintos. Algunos no exentos de ironía unidos a las estaciones con piñas y de todo este tiempo pasado.
Estas instalaciones evocan el paisaje bellísimo de la sierra, aportando nuevas lecturas y visiones a cada pieza. Un ejemplo es el de Carlos Beltrán, “los árboles no dejan ver el bosque” que con la idea de Noam Chomsky reflexiona sobre el pensamiento colectivo creando pájaros de los troncos de pinos para saber ¿bacia dónde vamos?. ¿Quién toma las decisiones por nosotros?. ¿Pensamos libremente o nos sentimos parte de una bandada?.
Propuestas videográficas
Hay propuestas videográficas como la de Jesús Palmero y Cristina Pimentel que rememoran la memoria de las gentes. Crean un trabajo donde los nombres de los habitantes del pueblo, tanto los que están como los que no, son archivados.
Los catalogan impresos, son los que dan alma a esas vivencias y a la Herguijuela. Es un proceso de humanización y de humildad.
Otro proyecto videográfico es el de Jose Antonio Juárez que graba sus performances. “Nocturno”, realizada al serrar una madera de roble con dos serruchos de más de 100 años absolutamente oxidados que ofrecen una sonoridad sugerente del campo con sus variaciones y sus insectos y pájaros.
Manuel Pérez de Arrilucea en sus Moradas Transitorias nos traslada a la caverna de Platón para evocar lo efímero y sutil de nuestra existencia creando cabezas flotantes con papel japonés cargado de fragilidad y sutileza.
Un grupo de cabezas suspendidas en la oscuridad que nos hacen reflexionar sobre la individualidad o lo colectivo y el espacio en el que habitamos.
Ramón Martín, nace en la Herguijuela de la Sierra y sigue vinculado allí y con su trabajo Ausencias plantea el tema de la desruralización con un cerezo de su abuelo que es talado y muestra su epidermis como si de un animal se tratara.
El protagonismo del árbol
Como hemos ido viendo el árbol está muy presente en esta muestra y rinde homenaje a su identidad al pueblo, en la plaza del pueblo hay un viejo olmo que es como el eje principal y tiene también un haya que es la más meridional de su especie en Europa, sirvan estos dos ejemplares para hablar sobre el pensamiento ancestral y necesario de este entorno natural que son como maestros de orquesta de un precioso paraje y nos traen ecos de lo que sus artistas han realizado, tanto de Fernando Méndez con esto no es un árbol, aludiendo a Ceci n’est pas une pipe esto no es una pipa de René Magritte, recrea un árbol pero ¿es un árbol?
También se mueven de forma colectiva haciendo el montaje Tiempo perdido, en la horquilla central de la antigua cárcel provincial, donde sitúan más de 60 ramas de olivo juntas que nos traen el aroma del campo y nos hablan del ciclo natural.
Estos olivos crean metafóricamente una mesa que es el lugar donde se reúnen para reflexionar los proyectos y celebrar sus encuentros, porque es una forma de sentir y de vivir la naturaleza y esa pulsión vital es lo que transmiten desde la creación de ese bosque ensoñado, esta instalación está contada desde la experiencia y desde su forma de ser y estar en el mundo.
Tiempo OMA
Artistas: Miguel Poza, Carlos Beltrán, Fernando Méndez, Ana García,
José Antonio Juárez, Cristina Pimentel, José Agustín Sánchez,
Jesús Palmero, Juanvi Sánchez, Manuel Pérez de Arrilucea y Ramón Martín.
Comisarios: Jesús Palmero y Juanvi Sánchez
Lugar: Domus Artium Salamanca 2002. Avenida de la Aldehuela, s/n. 37003 Salamanca.
Fechas: Del 18 de enero al 19 de mayo 2019
Horario: Martes a Viernes de 12.00 a 14.00 y de 17.00 a 20.00 horas.
Sábados, Domingos y Festivos de 12.00 a 15.00 y de 17.00 a 21.00 horas.