Ernesto neto y el goce creativo
Ernesto Neto es un artista contemporáneo que se preocupa por romper la indiferencia presente en el sujeto contemporáneo. Este artista es capaz de accionar el espíritu humano, introduciéndolo en ciertos momentos en zonas de inestabilidad para obsequiarle posteriormente momentos de sosiego y de reconciliación mediante el goce lúdico, creativo, público y abierto de la experiencia estética.
Lo lúdico en el arte
Referirse al arte lúdico en la actualidad es referirse a una serie de manifestaciones artísticas que han sido enmarcadas a lo largo de las últimas décadas dentro de distintos movimientos, teorías o corrientes plásticas, que se definen en su mayoría por dos características principales:
Intentar acercarse a la cotidianeidad de los sujetos a través del contacto y la participación.
Irrumpir en el espacio publico o privado, a través de formatos y técnicas no tradicionales que inviten a la participación.
Lo lúdico, a mi entender, debe ser considerado como uno de los rasgos y características principales del arte en nuestro tiempo en donde las relaciones entre el artista y el espectador se han vuelto prácticamente imperceptibles.
En la contemporaneidad, la noción del artista se amplia y el rol del espectador cambia, ahora éste no solo contempla la obra, también participa de ella y reflexiona sobre su injerencia en el hecho creativo, el arte se vuelve relacional y lúdico, lo que prevalece es la experiencia del encuentro y el intercambio.
El artista
Ernesto Neto, (1964) artista brasilero nacido en Río de Janeiro lugar en el cual continúa viviendo y trabajando. Estudió en la Escuela de Artes Visuales del Parque Lago entre 1994 y en 1997. Para muchos críticos es considerado como heredero del Neo Concretismo Brasilero.
Desde mediados de la década de 1990, y a lo largo de más de treinta años de producción artística, Neto posee una basta compilación de trabajos, que van desde dibujos hasta instalaciones de grandes dimensiones. Planteadas de forma tal que el espectador pueda experimentarlas con su propio cuerpo y sus sentidos, son obras creadas para habitarlas, sentirlas e incluso olfatearlas.
Este artista ha producido un influyente cuerpo de trabajo que ha sido objeto de importantes exposiciones en museos de todo el mundo, como el Museo de Arte Contemporáneo de Monterrey en México inauguró la primera exposición individual del artista, La lengua de Ernesto: retrospectiva 1987-2011.
Su obra también ha sido presentada en numerosas exposiciones colectivas y bienales, junto con exposiciones colectivas en la Galería de Arte Albright Knox y el Centro Pompidou-Metz. Además posee una instalación permanente en el Museo de Arte Contemporáneo de Chicago. Para 2014, el Museo Guggenheim Bilbao presentó Ernesto Neto: El cuerpo que me lleva, una retrospectiva que reunió una colección de más de cincuenta obras, muchas de las cuales fueron reconfiguradas para adaptarse al espacio arquitectónico del museo. Otras creadas expresamente por el artista para su exhibición en Bilbao.
Más recientemente su obra ha sido expuesta en la 14 Bienal de Lyon, en 2017 y en Julio 2018, fue presentada en la estación central de trenes en Zurich, su más reciente propuesta instalativa titulada, (Gaia Mother Tree). Esta pieza se realizó en colaboración con la Fundación Beyeler. La instalación presenta fue un árbol de 20 metros con un gran follaje (que ocupa 40×28 metros de espacio) compuesto por cintas de algodón multicolor de ganchillo y anudadas a mano, que invitaban a los visitantes y viajeros a reunirse, socializar y reflexionar sobre la sostenibilidad y el medio ambiente.
La propuesta como un espacio de construcción social
Neto a través de su propuesta explora las construcciones del espacio social y el mundo natural invitando a la interacción física y la experiencia sensorial, a partir del Biomorfismo y la escultura minimalista, junto con el neo-concretismo brasilero, el cual hace referencia a la recuperación de las posibilidades creativas del artista, en conjunto a la incorporación efectiva del observador en la obra.
Su trabajo se caracteriza por hacer referencia al uso de formas orgánicas, vemos siempre presente el concepto de “naturaleza como maestra” es por ello que incorporar en su obra el uso poliéster, lycra, nylon, espuma de polietileno, especias, arena y conchas. El uso de estos materiales orgánicos admiten al mismo tiempo una aproximación menos formal y mucho más lúdica a su trabajo, produciéndose así, una percepción multi-sensorial que renegocia los límites entre obra de arte, espectador, mundo natural, espiritual y social.
En definitiva a la propuesta de Ernesto Neto nos abre la posibilidad de reconocernos en una zona de afinidad colectiva, que se caracteriza en líneas generales, por el intercambio. Es evidente que pertenecemos a un tiempo en el cual predomina la necesidad de generar acontecimientos artísticos-sociales en donde lo realmente importante pareciera ser el diálogo y la participación.
Si bien es cierto que Neto no se considera así mismo como un artista relacional ni lúdico, es imposible negar que su obra se convierte, de cierta manera, en una plataforma creativa que permite experimentar de una forma mas lúdica nuevas maneras de relacionarnos.
Acabaré esta nota simplemente citando las palabras del mismo artista: “Refugiarse en el arte, es respirar directamente de la vida”.