Arte y vida en la nueva muestra de Amaya González Reyes en OlaLAB
Las necesidades de lo femenino en el acto creativo
El 10 de Noviembre inauguraba Amaya Gonzáles Reyes (Sanxenxo, 1979) en el espacio e arte contemporáneo OlaLAB Acción Cultural su nueva propuesta expositiva: “Dos series demasiado bonitas y un poco cursis para hacer una exposición muy personal”, en la que nos revela parte de su universo íntimo. Dos series de obras en formatos diferentes que nos emplazan a visitar de cerca la cotidianidad de la vida de la artista.
Obras que hablan de un acto procesual y a la vez de una pulsión, de lo que es sin estrategia, de aquello que se considera volitivo, cambiante, espontaneo y gestual, en una clara y vital declaración de intenciones tal como lo revela el título de la propuesta y sus palabras al respecto:
“Para esta muestra presento dos series aún incompletas, dos proyectos en los que estoy inmersa, con toda la calma que requieren, desde hace años. Dos proyectos íntimos, personales, de piezas hechas con mucho amor.
Uno es maravilloso, cálido y emotivo, fascinante por ser lo que es: dibujos que hago a oscuras, sin mirar el papel mientras mi hija duerme, mirándola a ella en la penumbra, acompañando sus respiraciones con los trazos sobre el papel.
El otro es más frío, no tan entrañable, pero igualmente importante. Es una serie en blanco. Casi vacía. Vacía de imágenes que pierden su sentido al estar invertidas y recortadas, donde apenas distinguimos rastros de la identidad que se reconstruye entre siluetas propias y de algunas obras. A mí me gusta imaginar que son preguntas en las que apenas tintinea una luz como respuesta, pero es un poco pretencioso pensar que puedan ser algo tan claro para nadie más, pues tan sólo son huecos, ausencias, faltas…
Ambas me acompañan desde hace tiempo y son resultado de la necesidad del momento. Condicionadas por las circunstancias vitales, el trabajar en pequeño formato, en casa, en algo que no requiera espacio, que se pueda recoger rápido y que no suponga un peligro para el bebé. No puedo evitarlo, me gusta trabajar, aunque no tenga tanto espacio, ni tanto tiempo como antes.”
Algunas de las obras forman parte de su investigación diaria junto con otras de nueva producción, certificando como lo ha hecho ya en otras ocasiones su interés por el acto cotidiano y la condensación del momento.
Como expresaba la comisaria María Marco Covelo en su texto para Mujeres Mirando Mujeres: “Amaya González Reyes es una artista que actúa en solitario, siempre alerta esperando el momento preciso; aquel en el que arte y vida sean una misma cosa y no cualquiera otra, no una ficción, ni un producto, ni representación, ni belleza, tan solo.”…
Cotidianidades femeninas
En estas dos series Amaya es resistencia creativa ante la maternidad que acota sus horas de trabajo y espacios, no para de producir, plegándose a su nueva situación y gestando desde la oscuridad arrobada piezas que son en si la concentración del acto creativo. En ella “menos” se convierte en un trazo de máxima potencia expresiva, que nos habla directamente de su momento vital, y a su vez de una vivencia común a todas las mujeres.
Crea desde el mismo centro, ese en el que arte y vida hace que la obra surja tan concreta, exacta y sin fisuras que no permiten nada discutible.
Sin embargo la artista confiesa: “No suelo tener la seguridad al cien por cien de casi nada, hasta que las cosas ya se han acabado, es decir, podría hablar de certezas si las tuviese, pero por ahora, sólo son supuestos, y siempre estoy a tiempo de cambiarlo todo una vez más, para después arrepentirme, quizá. En mi caso, las cosas funcionan así, el proceso y el tiempo son dos factores que están presentes en todo mi trabajo.”…
Una muestra en la que se revelan cuestiones esenciales respecto a la verdadera naturaleza del acto creativo, en sintonía con las evidencias femeninas. La exposición coordinada por la directora del espacio y gestora cultural, Adriana Pazos Ottón podrá visitarse hasta el 10 de enero del 2018.
Amaya nos deja con su honestidad y claridad para que nosotros mimos ante su obra saquemos conclusiones: “Cuando hago algo demasiado bonito desconfío yo misma, porque me enamora sin razón, y todo atisbo de felicidad o perfección me genera sospecha. Con lo cursi, me pasa un poco lo mismo, es tan cursi que me encanta, pero es peligroso, y puede ser sólo pura atracción o placer de ver, (o de hacer) porque puedo quedarme atrapada ahí, disfrutando. Yo creo que me pasa un poco con ambos proyectos, y ya no sé si soy sólo yo, que me he quedado prendida, y es el amor, o quizá también se pueda compartir.”
Sobre Amaya González Reyes
Máster en Artes Escénicas en la Universidad de Vigo, orientación Estudios Literarios. Licenciada en Bellas Artes en las especialidades de escultura y pintura (Universidad de Vigo). Trabaja como artista plástica y visual. Realiza estancias de trabajo y formación en Arteleku (San Sebastián), Museo Serralves (Porto) y Laboral Escena (Gijón) dentro del programa Mugatxoan; asiste a diversos talleres con artistas como Gabriel Orozco (Fundación Botín, Santander), Isidoro Valcárcel Medina (Facultad de Bellas Artes, Pontevedra) o David Lamelas (MARCO, Vigo) entre otros.
Recibió la beca de creación artística de la Fundación Laxeiro de Vigo, la beca de producción del programa Mugatxoan y la Ayuda a la Producción Artística del Centro Cultural Montehermoso Kulturenea de Vitoria. Actualmente su obra, que podría definirse como interdisciplinar, está presente en exposiciones de arte contemporáneo en centros de reconocido prestigio (CGAC, MARCO, MAC, Círculo de Bellas Artes, etc..) así como en numerosas colecciones privadas y/o públicas, como en el CGAC (Santiago de Compostela) o el Museo de Arte de Santander (Cantabria).
“Dos series demasiado bonitas y un poco cursis para hacer una exposición muy personal”
Artista: Amaya González Reyes | Web
Fechas: Del 10 de noviembre 2017 hasta el 10 de enero del 2018
Lugar: Olalab Acción Cultural | Web | Santiago de Compostela
@EspacioOlalab