“Hacia un arquitectura,” la fotografía de Alejandro Sanz Fraile en el Retiro de Madrid

Fusión de disciplinas en la obra de Alejandro Sanz Fraile

Con motivo de la presentación de la exposición “Hacia una arquitectura”, hemos tenido la oportunidad de charlar con su autor, Alejandro Sanz Fraile (Valladolid, 1986).

Como ya ocurrió en “Elogio de luz y Sombra”, el primer proyecto que vio la luz de este artista, en esta nueva exposición Sanz Fraile une dos de sus principales pasiones, la fotografía y la arquitectura. Tras su paso por la sala Siroco, en la versión de “Fast Expo”, la obra llega a un espacio completamente opuesto. Un espacio que invita a la reflexión y a la tranquilidad, al tiempo dedicado a uno mismo a través de la lectura. La Biblioteca Eugenio Trías, Casa de Fieras, situada en el parque del Retiro de Madrid, acoge ahora la obra de Sanz Fraile aunando así diferentes disciplinas (arquitectura, fotografía, literatura) en un entorno idílico dentro de la ciudad.

“Hacia una arquitectura”

Es obvio que la arquitectura es pieza fundamental de este proyecto, pero cuéntame el por qué de este título, qué significa para ti.

“Hacia un arquitectura” tiene, en primer lugar, parte de homenaje. Es algo habitual en mi, y siempre que puedo, me gusta hacer guiños, o pequeños tributos, a personas y artistas a los que debo mucho.

En esta ocasión, el título es homónimo a un libro de otro gran maestro, Le Corbusier, libro de gran influencia en el devenir de la historia de la arquitectura moderna. Pero al margen de menor o mayor afinidad personal con ese arquitecto, elegí ese título por lo que implica, por el significado de la preposición hacia, que es toda una declaración de intenciones. Significa cambio, evolución. Mi trabajo fotográfico viene de un sitio, y pretendo dirigirme a otros lugares por experimentar. E imagino que este trabajo, por el momento de aprendizaje e intereses en que me encuentro, es de transición a estos nuevos lugares o conceptos.

El protagonismo de la luz

Te iniciaste con Elogio de Luz y Sombra, tu proyecto anterior dedicado a la importancia de la luz en la arquitectura, ¿qué evoluciones ha habido desde entonces? ¿Ha dejado paso la luz a otras inquietudes en este nuevo proyecto?

Efectivamente, la temática del anterior trabajo era exclusivamente la luz. Cómo se había tratado en la historia de la arquitectura, y retratando su enorme capacidad expresiva y generadora de emoción y poesía. Es el gran tema, para mí, y que además une estas dos grandes pasiones: el de la arquitectura y el de la fotografía, palabra de origen griego que literalmente significa “dibujar con luz”. Sin luz no existe la fotografía, y sin luz no puede existir la emoción en los espacios y en los materiales…sus cualidades se activan mágicamente cuando entra en juego este ingrediente.

Por todo esto, la luz sigue siendo crucial para mi, y sigue siendo uno de los grandes temas. Pero ahora ya no es el único, he abierto el abanico, y han entrado otros aspectos como el color, la composición, la creación de atmósferas, la geometría…

¿Cómo se traducen estos nuevos intereses en el proceso creativo, en la forma de trabajar las fotografías?

 Ahora, en gran parte, he cerrados los encuadres, simplificado elementos. Antes era mucho más respetuoso con el edificio, trataba de retratarle. Ahora ya solo lo uso, y extraigo de él lo que me interesa, aunque sea imposible reconocer a qué edificio pertenece la foto. La arquitectura se ha vuelto anónima en este proceso, antes era muy reconocible. Y tanto es así que nunca acompaño a las fotos con un título o una tarjeta donde se indique la ubicación. Porque no es un retrato de ese edificio…es proceso creativo desde la observación, usando eso si, la arquitectura como materia de trabajo.

Juego de matices en búsqueda de una belleza plástica

Observando tus fotografías, se aprecia una cierta evolución hacia la abstracción, a camuflar el objeto en la búsqueda de una belleza plástica basada en reflejos, matices del color, texturas, …

Sí, esta estrategia, en parte, me ha conducido a otro de los temas que trato de perseguir ahora, y el de la abstracción es uno de ellos. Conseguir objetos plásticos abstractos (fotografía) trabajando tan directamente con una realidad tan definida, como son los edificios, las fachadas, las ventanas o las escaleras.

Otro de mis intereses es la creación de atmósferas. En ciertas imágenes, el espacio está muy difuminado, no se entiende bien qué es, hay reflejos, superposiciones, materiales que dispersan la luz de muy diferentes maneras…y el resultado es etéreo, engañoso, y puede haber mucha belleza en esos efectos.

El color, nuevo aliado

Otro aspecto que me gustaría comentar contigo es el tema del color. Vemos el paso de un trabajo exclusivo en blanco en negro, marcado por esa importancia de la luz, a la introducción del color, un elemento que, como tú mismo has comentado en alguna ocasión, es un gran generador de sensaciones y emociones ¿qué ha supuesto este cambio?

 En realidad la decisión del blanco y negro del anterior trabajo era una cuestión de coherencia. Es verdad que en parte es decisión personal estética, siempre lo es. Pero la justificación era el tema. Todo quedaba reducido a luces y sombras, que es de lo que hablaban las fotos.

Sin embargo, en “Hacia una arquitectura”, me tuve que rendir, renunciar a esta estética que había tenido mi trabajo durante años, y aceptar y valorar el color como un elemento expresivo más…y de grandísimo potencial, por cierto. Si veis las fotografías, hay espacios totalmente dorados, por ejemplo; u otros donde el color del material es fundamental en lo que expresan (mármoles azules , fachadas enteras de tonos de verdes, cerámicas que imitan bambú en forma y color…).

Y la realidad es que me resultó muy difícil el proceso de introducir el color. Porque imagínate, yo llevaba años trabajando exclusivamente en blanco y negro. Y a la hora de la verdad…no sabía trabajar el color. No me convencía el resultado, lo veía siempre raro. Y poco a poco fui aprendiendo a trabajarlo. Y ahora me alegro mucho de haber salido de esa zona de confort en ese momento.

Inspiración, elección y futuro

Si tuvieras que definirme puntos de partida, inspiración, influencias en este proyecto…

Pues supongo que muchas, y muchas indirectas y subliminales que no sabría ni reconocer. Como decía un gran profesor que tuve en arquitectura, Andrés Celis, del que además me gusta acordarme con cariño porque tristemente nos dejó, “un proyecto lo empiezas a hacer desde el día en que naces”. Pensamiento que comparto profundamente. Creo que somos todo lo que comemos, intelectual y personalmente, todas las referencias, todo lo que vivimos, cada viaje, cada imagen, cada película, cada libro….y luego eso se digiere o se transforma por cada uno de forma que no podemos ni controlar. Creo que el proceso creativo tiene mucho de eso. De saber, de aprender mucho, de disfrutar de lo que se ve, se hace o se aprende, y al final sangrarlo en función de tu sensibilidad y personalidad.

Pero si que tengo que reconocer ciertas referencias. Por ejemplo, el maestro de fotografía de arquitectura Hisao Suzuki, con el que coincidí en un workshop donde nos reveló el gran secreto de la “magic light”.. Aunque en realidad, y especialmente se ve en este trabajo, me interesan más los fotógrafos que no describen la arquitectura (como hacen por exigencias de su trabajo fotógrafos como el propio Suzuki, o Miguel de Guzman), sino que usan la arquitectura para llegar a otros niveles más altos de expresividad y creación. Y entre ellos, me emociona profundamente la poesía de las imágenes de Helen Binet; y el uso de las composiciones y el color de Janed Lin, o el vacío y la pausa que transmite una parte del trabajo de Jose Manuel Ballester, o Aitor Ortiz. Y fascinación absoluta ahora mismo como Ola Kolehmainen, sin duda.

Sé que esta es una pregunta complicada de contestar, ya que sería desvelar demasiado, pero qué te tiene que mostrar o sugerir una fotografía para ser la elegida, darla por buena. 

Puff….(risas). Eso no se sabe, ni se tiene que saber. No existe esa fórmula mágica que diga que algo es bueno, o algo no; ni mucho menos cómo crearlo.

Lo que si sé, es que es posiblemente la parte más ingrata y difícil del proceso creativo de la fotografía. Estar por ahí con la cámara, viajando, y aunque sea estar bailando con un edificio y peleándote por un encuadre bajo un sol abrasador de verano o un terrible frío durante horas…eso es lo fácil y lo bonito. Incluso tiene mucho de emoción del momento y de adrenalina, porque es la parte puramente creativa.

Lo difícil viene después. Las horas y días enteros sobre un ordenador, repasando archivos, seleccionando, post-procesando….y muchas veces para no llegar a ningún sitio y acabar siendo un descarte después de horas de trabajo. Afortunadamente existe otro arte maravilloso que hace este trabajo mucho más llevadero: la música.

Y a la hora de la verdad, todo se reduce a decidir por impulsos, por escucharte a ti mismo y ver qué foto te emociona más, o sintoniza internamente con unas teclas con tu sensibilidad, donde otras no llegan tanto. Y puede pasar que fotos técnicamente malas, y que en una escuela de fotografía no llegarían al aprobado, por causas desconocidas, te transmiten más que otras, y acaban siendo elegidas. Es un proceso muy personal. Incluso me ha llegado a ocurrir que con trabajos antiguos, los descartes hoy en día me interesan mucho más que las seleccionadas en ese momento.

Una vez comentado pasado y presente, vamos a finalizar mirando al futuro, ¿podemos hablar ya de próximos proyectos? ¿Alguna idea en gestación?

Con el tiempo he aprendido a hablar poco de los proyectos futuros, porque la mayor parte de las veces no llega a materializarse, y quedas muy mal…(risas).

Pero si que puedo decir, que fotografía de arquitectura voy a seguir haciendo, así como viajes para visitar obras y disfrutar de la arquitectura. Por lo que tal vez, dentro de unos años, tenga ya material suficiente y que considere atractivo para compartir y publicar.

Pero tengo intención de que mi siguiente proyecto en materialice sea de fotografía de desnudo: “Adanes & Evas”, un trabajo muy grupal con la temática de la manzana, el pecado, la sexualidad, la inocencia, etc. Le tengo mucho cariño, llevo muchos años desde que empecé el proyecto, y tengo mucho material ya realizado que espera ser trabajado, e ideas nuevas por realizar.

También en los últimos años, y a raíz de poder viajar mucho, me he interesado y metido de lleno con la fotografía de viajes, reportajes, street photography… Pero los proyectos de verdad, serios, y con vocación de ser expuestos, me gusta trabajarlos con tiempo y con mucho cariño. Al ser una afición, y no una profesión, no permito que aparezcan factores como las prisas y la presión. No disfrutaría el proceso, y eso algo que considero muy valioso.

Alejandro Sanz Fraile. Hacia un arquitectura en la biblioteca Eugenio Trías.Casa de Fieras del Retiro de Madrid hasta el 16 de noviembre.

Hacia una arquitectura
Artista: Alejandro Sanz Fraile
Lugar: Biblioteca Eugenio Trías-casa de Fieras del Retiro de Madrid
Fechas: Del 23 de octubre al 16 de noviembre

Dejar una respuesta

*