Arte y cine, un intercambio centenario en el CaixaForum Madrid
Cine y Arte inevitablemente unidos
“Arte y Cine. 120 años de intercambio” es el título de la exposición que hemos visitado esta semana. Se estrenó recientemente en el CaixaForum Madrid, tras su cita en Barcelona.
La muestra, que se puede visitar hasta el 20 de agosto toma la colección de la Cinematique Française como fuente principal. Aunque viene apoyada por obras de otras instituciones de renombre. El Museo Reina Sofía, el MACBA, el Museo Thyssen-Bornemisza o la propia colección de arte contemporáneo de La Caixa.
Un total de 349 piezas reunidas en las salas del CaixaForum Madrid demostrando que el cine también se puede exponer.
La llegada del séptimo arte
El cine sin duda revolucionó el ámbito artístico del siglo XX. Se convirtió en el eje motor de los movimientos de vanguardia y transformó la capacidad del medio artístico.
Ofrecía una nueva perspectiva que requería de un nuevo lenguaje aún por construir. En definitiva, una nueva forma de pensar e inventar la realidad que superaba incluso las posibilidades de la fotografía. No tardo en ganarse el apelativo de “séptimo arte”.
Los grandes nombres de la historia del arte del siglo XX vieron en él una herramienta de futuro. Inmensas posibilidades se abrían ante ellos.
El cine permitía aunar imagen, espacio, movimiento, color, incluso sonido a partir de los años 30. Una síntesis de las artes que le precedieron, de las cuales sin duda es deudor. Con ellas, algún día, tal como hoy, compartiría espacio en un museo.
120 años de intercambio
Como indica Bonnaud, director general de la cinematique Française, “artistas, pintores y escultores se convirtieron en amigos y aliados naturales. Porque también ellos sabían que la representación de los mundos –tanto el nuestro como todos los demás, tanto el real como los imaginario – ya nunca sería igual tras el paso de ese ciclón llamado cine, que no cesaba de consolidar su dominio.” (Frédéric Bonnaud, Arte y Cine. 120 años de intercambios, 13)
La exposición se compone de un recorrido cronológico de nueve bloques. Abarca desde los inicios del medio allá por finales del siglo XIX hasta el mismo siglo XXI.
Recoge un intercambio lleno de matices, de influencias recíprocas que se plasman a través de fragmentos de películas, videoproyecciones y videoinstalaciones. A su vez, comparten espacio con la pintura de marcos tradicionales, carteles, dibujos, grabados, fotografías, objetos de películas, vestidos y libros de artista.
Algunos ejemplos ineludibles
Así, podemos ver, por ejemplo, “Las rocas de Belle-Île” que pintó Claude Monet en 1886. Junto a ella, el encuadre elegido por los hermanos Lumière para filmar las olas golpeando en las rocas de la Virgen en Biarritz diez años después. El trabajo de Charles Chaplin y el interés que generó entre los artistas de la época como muestran varios retratos y homenajes.
El traje de Picasso para el ballet “Parade”, de Jean Cocteau. Los rotorrelieves de Duchamp en sus experimentos ópticos, así como los estudios de Fischinger en éstos términos. La fotografía de Dalí retratando a Harpo Marx o su colaboración con Hitchkock en “Recuerda”.
La fluctuación entre los diferentes medios de Léger o Richter. El monocromo azul de Yves Klein, similar al que Godard utilizaría en “Pierrot el Loco” o aparecería en el cartel de “Cuatro noches de un soñador” de Robert Bresson.
Estos son algunos ejemplos de los muchos que se pueden ver en las salas del Caixa Fórum. Es importante destacar como la organización tradicional se ve alterada por las pantallas que cuelgan del techo, las videoinstalaciones y las proyecciones que se mezclan con el resto de elementos envolviendo al espectador.
Una disposición que inspira ese intercambio constante y fluido entre las diferentes disciplinas. Y que, además, se ve acentuado por el juego de reflejos que se genera entre las proyecciones y los cristales que protegen el resto de obras.
La alternancia del blanco y el negro en las paredes, y su corte a diferentes alturas, marcando los espacios sin cerrarlos, permite además ese fluir por las salas que contribuye al planteamiento cronológico de la exposición.
Evolución y reinvención. S. XXI
El último bloque aúna varias década, desde los 80 hasta la primera de nuestros años 2000, con nombres como David Lynch, Cindy Sherman y Patrick Bokanowski como protagonistas.
Obras que recogen la herencia de la corta pero intensa historia del medio cinematográfico. También su evolución hasta nuestros días.
Es el propio comisario de la exposición, Dominique Païni, quien hace hincapié en este último apartado del recorrido. El objetivo, mostrar que, aunque lejos de ser ya un medio revolucionario, el cine sigue reinventándose gracias a la contribución de las técnicas digitales:
“En lugar de convertirse en una amenaza para el cine, las técnicas digitales han ampliado su capacidad de invención de formas: desde Tron hasta Avatar, se ofrecen a la mirada y a la imaginación de los espectadores, paisajes, cuerpos y situaciones desligados de la realidad, objetos de creación virtual.
La producción digital de las imágenes genera formas inconcebibles, profundidades espaciales creadas ex nihilo, ritmos que llegan más intensa, óptica y psicológicamente a la percepción humana.” (Dominique Païni, Arte y Cine. 120 años de intercambio, 18-19)
Así, la exposición “Arte y Cine”, además de los objetivos mencionados, muestra como éste último se integra a la perfección en el espacio museístico. Lo convierte en una pieza más de estudio y análisis y consolida su posición al lado de las grandes obras del arte del siglo XX y su contribución al siglo XXI.
Arte y Cine. 120 años de intercambio
Fechas: Del 26 de abril al 20 de agosto
Lugar: CaixaForum Madrid
@CaixaForum