Extraños sueños quizá derivados de la multitud de estímulos a los que estamos expuestos hoy en día, en ocasiones incoherentes, otras, terroríficamente realistas, como la obra de Ivan Kap. Este artista digital es capaz de recoger los personajes solo existentes en su mente y plasmarlos en sus obras.
De la misma forma consigue liberar nuestra imaginación, nos empuja a desarrollar la, a veces, atascada fantasía. Sin límite alguno para recrear una historia con el sujeto de la imagen, quizá haya estado ya en nuestro subconsciente, agazapada, esperando a ver la luz.
Ivan Kap nos propone una forma delicada de levantar esas barreras autoimpuestas, nos conduce por un camino de introspección y crítica que, aunque esté más o menos explotado sigue siendo inquietante; y, desde luego, deseable. Una forma de revisar la condición humana con cada uno de sus protagonistas.