Ver la obra de Javier Pérez en el Palacio de Cristal de Madrid me sobrecogió, piezas que parecían salir de las mismas entrañas del lugar, igual que si el espacio estuviera vivo, mutante y mutable.
Escultura, instalación, performance o vídeo, distintas disciplinas para buscar lugares de encuentro entre conductas humanas dispares, en la obra de Pérez encontramos análisis y enjuiciamiento, búsqueda y equilibrio, encuentro y sosiego.
Un autor, que en tanto introductor de personajes, aspira a que el espectador se sienta identificado con ellos, que pase de la fragilidad a la fortaleza, del desconocimiento a la excelencia; que, en definitiva, se apropien del ser genérico que representa su obra.
Una de las obras que quizá mejor representa esa supuesta fragilidad es Levitas (1998) compuesta de 21 burbujas de vidrio soplado esparcidas por una sala. Las esferas de cristal presentan las huellas de unos pies en la parte de arriba, cual si la humanidad anduviera levitando, sin tocar otra superficie que las dúctiles burbujas.
Javier Pérez | Web