Michel Lamoller fotógrafo alemán desestructura los momentos y el espacio captados con su cámara para fusionarlos en un solo instante. ¿Su intención? crear movimiento en el tiempo y hacernos reflexionar sobre los cambios que se producen de forma inevitable.
Lamoller trabaja la fotografía de forma experimental, su técnica consiste en sacar varias fotos de un mismo espacio y personaje para después recortar con un bisturí y construir un objeto tridimensional, una escultura de imágenes planas que finalmente volverá a ser fotografiada o presentada como una maqueta.
Una visión que se sostiene en trazos, puzzles, piezas que aparecen y desaparecen mostrándonos la vulnerabilidad que supone el paso del tiempo para nosotros y cuanto nos rodea. En ocasiones geométrica y en otras más surrealista pero todas con volumen y cuerpo creando una composición casi tangible, casi un objeto.
Un trabajo sin duda arduo, que se hace con mimo, que cambia y nos habla de incertidumbre, de futuro, desde un elemento que probablemente con el tiempo se convierta en efímero a la vez que consolida este argumento.
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