Personas capacitadas para múltiples tareas hay muchas, que además esas tareas generen creaciones artísticas, menos, uno de esos casos es Arthur Berzinsh (1983, Latvia), pintor al óleo, fotógrafo y artista digital, entre otras muchas competencias.
Descarado y provocador nos enfrenta a cuestiones socio-políticas difíciles de obviar. Al denigrante puritanismo que prima en la comunidad que nos circunda. Erotismo que funde con temas religiosos dejando al descubierto oscuras obsesiones.
Mientras más constrictiva sea la norma o imposición, cuanto más interiorizada la tenga el infractor,
más intenso será el placer obtenido de su transgresión. (Luis Buñuel)
Con el cuerpo humano como gran inspirador, como fórmula para expresar estados de ánimo, Arthur Berzinsh nos conduce por conflictos internos, por lugares en los que la supervivencia en la maraña que compone la sociedad es inevitable, aunque también lacerante.
El autor considera la belleza como una de las armas más vigorosas para manipular los sentimientos humanos, esa puede que sea la razón de mostrar en sus creaciones una belleza casi irreal, siempre acompañada de ese punto de transgresión en cuanto al acto de penetrar en lo prohibido.
Ya utilice óleo o herramientas digitales nos deja un regusto a inconformidad que resulta imprescindible en un mundo en el que parece que queremos olvidarnos de que no todo es tan bello. Mientras la miseria nos rodea, nosotros nos centramos en mirar hacia otro lado. Mientras nuestras propias luchas internas nos derrocan, nosotros seguimos donde nada encontraremos; y esto el autor nos lo pone un poco más difícil.
© Arthur Berzinsh | Web | @ArthurBerzinsh
