Cuando eres fotógrafo de moda, todo está constreñido desde el principio.
Nada es real, de manera que lo que pretendes en este mundo de mentira es hacer que
suceda un momento real, instalando autenticidad en el artificio.
Tim Walker
El reconocido fotógrafo Tim Walker (Inglaterra, 1970) nos han encandilado año tras año en Vogue, cada mes, sus puestas en escena, originales y al tiempo románticas nos han dejado con ganas demás y han formado su sello inconfundible. Asistente de Richard Avedon en sus inicios, en su fotografía encontramos una mezcla de innovación, mucha imaginación y un punto surrealista. Con todo, genera mundos llenos de magia en los que el espectador se sumerge gustoso.
Tim Walker es además un magnífico cuenta cuentos, detrás de cada una de sus fotografías hay un relato, inventado o no, un cuento que quizá espera en nuestra psique para ser contado, historias que hacen que sus cuidadas escenografías adquieran visos de realismo a pesar de estar dándose en un contexto que no puede ser menos real.
Con la luz como herramienta imprescindible consigue dotar de elegancia a cada imagen, cada pose se convierte en algo etéreo y delicado. Cada relato trasladado a imágenes acaba siendo concebido por el observador como parte de un todo, una narrativa que engancha y que nos hace ver que, en un mundo ideal, todo es posible, basta con creer que lo es.
Walker no ha regalado encuentros exquisitos, en su libro The Granny Alphabet, nos demuestra que es capaz de abandonar la “belleza establecida” y centrarse en otro tipo de belleza, la que da la experiencia y la vida; como el mismo ha dicho una carta de amor a esas mujeres y una forma de reivindicar su papel en la sociedad.
© Tim Walker | Web
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