De catrinas a pin-ups en el pincel de Gustavo Rimada
Los orígenes mexicanos de Gustavo Rimada quedan patentes en su obra desde la primera pincelada. Hacer crecido en California también.
El pintor amalgaba su herencia mexicana y la cultura latinoamericana en EEUU derivada de los tatuadores californianos. Pinturas en las que lo mismo encontramos una virginal Frida Kahlo que otra llena de tatuajes. No faltan tampoco las más ornamentadas catrinas y otras reconvertidas en la más típica pin up.
Y así, el culto a la muerte se mezcla con la religión, la pasión con la pulsión. Y las flores con los huesos, tan presentes unas como otros en esos decesos que más bien parecen tránsitos. Y el color generador de sensualidad en una obra que contiene una decidida rebeldía.
© Gustavo Rimada | Web