Ves una fotografía y de pronto te prendas de ella, le das unas vueltas, ves más cosas y sabes que tienes que mostrarla, no al mundo, ya nos gustaría, al menos si a quienes nos visitáis, las imágenes de Neil Craver (Carolina del Norte) seducen y al mismo tiempo inquietan, y es ahí donde radica su magia, su serie Omni-Phantasmic es la muestra perfecta.
Un fotógrafo que ha pasado por distintos campos dentro de la fotografía, paisajismo, publicidad, moda, flora o fauna son solo algunos de ellos; en todos, sus líricas imágenes muestran su necesidad de trasmitir ideas y pensamientos propios.
Porque así es la obra de este fotógrafo, lista para ser consumida emocionalmente, no solo para ser percibida sensorialmente como él mismo ha dicho. Una obra que refleja su búsqueda interior, sensaciones a flor de piel suscitan pasión, ternura o tristeza.
Luz y color al servicio de una obra poética, compleja, con una corriente continua de pensamientos ocultos que pugnan por salir a la luz, una obra anímica y espiritual que nos hace replantearnos el mundo en el que vivimos.
En la serie Omni-Phantasmic el autor realiza un viaje metamórfico, emocional, el agua como generador de experiencias, como símbolo de unidad entre consciente e inconsciente, entre nacimiento y muerte, el agua como líquido amniótico en el que flotamos, amortiguando el dolor de la transformación, del crecimiento del ser.
Mila Abadía | Jose L. Calleja