Pablo Lecroisey nos desvela las claves de su experiencia revisitando a Durero

 Hace unos días hablábamos aquí de la exposición Todo es lo mismo, siempre lo fue de Pablo Lecroisey que se puede visitar en Factoría de Arte y Desarrollo hasta el 10 de enero de 2016, lo que no decíamos, es que dentro de la muestra había un fotografía que se realizó con nuestra colaboración.

Cuando en la pasada pasada edición de la feria de fotografía jäälphoto participamos con el proyecto NATURA, Pablo Lecroisey fue uno de los artistas que nos acompañó y con quien conseguimos, al menos eso creemos, aportar a la feria un plus de actividad.

© Pablo Lecroisey | Todos somos doctores | Factoría de Arte y Desarrollo | exposición 2015 | entrevista | Arte a un Click | A1CExpos

Jäälphoto se llevó a cabo en un pequeño un hotel del centro de Madrid como ya es habitual, en la habitación que nos fue asignada Pablo Lecroisey “compuso” una fotografía, una revisión del cuadro de Alberto Durero, Jesús entre los doctores, obra que forma parte de la colección del Museo Thyssen-Bornemisz; y lo hizo no con los modelos y actores profesionales con los que muchas veces trabaja sino con los propios visitantes de la feria.

Un espacio reducido que albergó intérpretes, fotógrafo y público, además de un complejo equipo de iluminación, trípodes y demás herramientas. Lo que había comenzado como una actividad lúdica fue convirtiéndose poco a poco en un acto de inmersión en la obra.

Todos cuantos estuvimos presentes nos sentimos parte de ella aún cuando solo fuéramos observadores, Pablo consiguió sumergirnos en ese mundo tan exclusivo como es el del creador, un universo reservado para unos pocos del que fuimos partícipes por un tiempo, sentir la pasión del artista, verle moverse, interactuar con los personajes, hacerles posicionarse donde él quería, en el lugar y el momento que representa la obra original, aunque desde la modernidad intrínseca del instante, cómo un simple cambio de luz puede variar la expresión de los sujetos.

Una obra que hay que ver desde la forma de su concepción a su realización nada convencional, y aún así, con los problemas intrínsecos que supone el espacio nimio, los protagonistas inexpertos o el público rodeando la obra, por esto he querido hablar con autor y que nos cuente su forma de verlo.

© Pablo Lecroisey | Todos somos doctores | Factoría de Arte y Desarrollo | exposición 2015 | entrevista | Arte a un Click | A1CExpos

Mila Abadía: ¿Cómo surge la idea de realizar concretamente una revisión de un cuadro como Jesús entre los Doctores?

Pablo Lecroisey: Este trabajo nació gracias a la influencia que hoy en día ejercen las TIC en el mundo de la cultura y la creación. Es lo que se conoce como un proyecto web 2.0. La idea de revisitar este cuadro en concreto fue de José Luis Tascón, más conocido en la redes como @DigitalBourne. Jose Luis vio mi trabajo a través de twitter y le gustó, por ello decidió contactar conmigo.

Jose Luis asistió a una conferencia en el Museo Thyssen de Madrid donde se analizaron en profundidad los elementos simbólicos y el carácter conceptual de la obra Jesús entre los doctores. La obra despertó en José Luis Tascon una profunda curiosidad y admiración especial. desconozco si fue la primera vez que se acercaba a una obra de arte de esta forma, pero como resultado, me propuso que hiciera una revisión de la obra, al considerar que era el fotógrafo indicado.

En un principio, no tenía ningún interés en reproducir la obra de Durero y mucho menos de forma literal. cuando me acerque a la obra rescate algunos elementos que me ayudaron a escribir en el presente, como a nivel compositivo, cromático, simbólico.

Los sentimientos que llevaron a Durero hace más de quinientos años a realizar Jesus entre los doctores” , no me estimularon para hacer una nueva obra de arte. El trabajo de Durero me interesó principalmente desde un punto de vista didáctico. Por el contrario lo que sí me interesa y mucho, son las personas, en especial nuestros sentimientos, o lo que denomino motores a la hora de generar un movimiento, de crear. Por eso, en un principio, no le dije que no a José Luis, ya sólo la forma en que había sucedido todo merecía mi atención. Accedí a que habláramos por teléfono y cuando le escuchaba prestaba especial atención a sus palabras, analizando los tonos de voz minuciosamente. Hace años aprendí la lección, suelo tener especial cuidado con quien meto en mi vida, se que la puede poner patas arriba en un santiamén; escuchándole pude percibir ilusión, entusiasmo, respeto y me gusto la prudencia con la que se dirigió a mí. Tuve la sensación que su motivación no iba más allá del afán de experimentación y la necesidad de crear algo, sin más ambición que la satisfacción personal y el deseo de agradar a los demás proponiendo un juego. Sin estos elementos no le habría prestado el menor interés, ni a José Luis, ni a la obra de Durero.

Considero estos aspectos la base de mis trabajos. Aunque normalmente parto de mi propia subjetividad a la hora de empezar un proyecto, vi interesante ayudarme de la pasión de José Luis para crear. Es más, pienso que hubiera sido mezquino por mi parte haberla desperdiciado. Además los sentimientos que percibí pertenecen al grupo de los que denomino como puros, con lo que entendí que podían servir perfectamente, como así ha sido, para crear algo bello, de forma que le dije que me interesaba el proyecto y que haríamos la foto. A mi manera por supuesto, pero se llevaría a cabo. No pusimos fecha y ahí se quedó la cosa.

Meses después cuando a través de la artista Irene Cruz te conocí a ti Mila, me propusisteis participar en Jäälphoto y se barajó la posibilidad de intervenir en la habitación Me di cuenta que los dos proyectos encajaban y se complementaban a la perfección por muchos motivos. Algunos de los componentes importantes en mi trabajo son la colectividad y las relaciones interpersonales, creo que es muy importante a nivel social y los utilizó para crear y así hice en este caso. Utilicé las sinergias que me circundaron y os fui poniendo a todos en contacto y activando para llevar a cabo este trabajo. Use como pretexto el estímulo inicial de José Luis, que quiso revisitar “Jesús entre los doctores” de Durero. Y bueno, en líneas generales así es como surgió la idea.

Mila Abadía ¿qué te llama la atención de esta obra?

Pablo Lecroisey: Después de haber tenido que dedicarle tanta atención, me ha despertado el interés y ha puesto mi atención en varios puntos. Ya lo he dicho otras veces, en las obras de arte me interesan mucho las personas que las hicieron, cuáles fueron sus motivaciones y cómo a través de ellas y la obra resultante, consiguen plasmar su interior e influir a los demás. Me gustan mucho las obras de arte que me dejan ver eso. Me gustan las obras de las personas comprometidas, con sentido y causa.

Admiro el gran compromiso en la obra de Durero, por la fuerte crítica y los elementos que utiliza para ello.

A nivel compositivo me inquietaba la numerología, son 7 personajes y en una de las inscripciones alude a que tardó 5 días en concluir la obra. Son números con una fuerte carga simbólica en la tradición judeo-cristiana, no están elegidos por casualidad o por la necesidad compositiva.

Por otro lado, está el famoso juego de manos que ocupa el centro de la composición, pienso que es una necesidad técnica, al componer por tercios y querer que Jesús sea la figura principal. Es lógico que lo colocara en el centro y que las manos ocupen el quinto cuadrante, así como que empezara el dibujo por ellas, van a marcar el resto de proporciones. Para mi, lo   importante no es tanto la posición que ocupan las manos como la forma que tienen. Mirándolas pensaba que realmente eran feas para la maestría de Durero, con los dedos forzados y algo desproporcionados. ¿Esto porque?

Parece que descaradamente está simulando un cuadrado. Además lo refuerza cromáticamente con el resto de elementos. ¡Ya está! Las manos que simbolizan la capacidad de construir de los seres humanos formando un cuadrado, símbolo de lo terrenal. Alegoría de la creación en la tierra, además todos los personajes, menos Jesús y otro son de aspecto burdo y feo. Por aquel entonces el uso del feísmo, sobre todo en la tradición pictórica del norte de Europa, estaba asociada con la maldad.

© Pablo Lecroisey | Todos somos doctores | Factoría de Arte y Desarrollo | exposición 2015 | entrevista | Arte a un Click | A1CExpos

Las manos creadoras en la tierra, como elemento principal del primer pasaje bíblico donde aparece Jesús dando lecciones a los sabios y Durero dibuja a los sabios feos, aludiendo a la maldad. Esto es parece una severa lección. Otro elemento que me llama mucho la atención es que todos son feos menos uno, que le observa con un gesto complaciente y casualmente es el único que tiene el libro cerrado, de donde sale el pedazo de papel con la firma de Durero. Como curiosidad había sido tapada la firma y siglos más tarde en una restauración la descubrieron. Alguien se había esforzado en ocultar su autoría. El resto de personajes están como queriendo rebatir con lo que ya está escrito. Pero la propia naturaleza del carácter divino se desvela de forma natural siendo observado con detenimiento y aptitud. Otro elemento curioso es el anciano con el que compone las manos, es el más feo de todos, pero su gesto es benévolo y da la impresión de encontrarse en éxtasis, al poder compartir con Jesús la sabiduría de la creación en la tierra.

Además, cronológica y geográficamente se aportan más datos que concuerdan con una posible discordancia en su lugar de residencia y trabajo. La obra se realizó en Venecia a principios del cinquecento, en pleno apogeo del renacimiento italiano, con la iglesia de Roma fuerte, dictando las normas estilísticas y Durero venía del Norte de Europa, simpatizante de Erasmo de Rotterdam y Lutero, con la reforma protestante avanzando y su consiguiente repercusión en las artes con la devotio moderna. A nivel personal puedo llegar a pensar que algún sector de la sociedad Veneciana estaba atacando su trabajo y tuvo que defenderse de las críticas con esta obra o algo no le estaba gustando y emitió un juicio a través de ella. En cualquier caso lo hizo de forma magistral. Hoy en día sigue siendo una magnífica lección.

Mila Abadía: La fotografía se realizó en un lugar bastante distinto al que estás acostumbrado ¿qué medios técnicos utilizaste?

Pablo Lecroisey: La verdad es que he perdido la costumbre de trabajar en sitios fijos, lo hago donde sea necesario, lo que intento es sacar lo mejor de cada espacio. A nivel técnico muy sencillito, los presupuestos de producción son muy modestos. Una cámara digital, trípode, dos autopole para sustentar el equipo de iluminación, fluorescentes y esticos para modelar la luz.
Mila Abadía ¿Cómo iluminas un espacio tan reducido?

Pablo Lecroisey: Iluminamos con fluorescentes led, son ligeros, no tiene cristales, la luz es suave y difusa tipo una ventana de flash, son muy pequeños y fáciles de transportar, ocupan muy poco espacio en el techo, algo importante en esta localización. Cruzamos los autopole de pared a pared y fuimos apoyando encima los fluorescentes. Luego pusimos unos esticos en los laterales para que no hubiese luces parásitas y ya estaba el esquema resuelto.

Mila Abadía Los “modelos” que posaron fueron los propios visitantes de la feria ¿qué supuso para ti trabajar con gente inexperta en esas lides?
Pablo Lecroisey:  Hace ya mucho tiempo que no trabajo con modelos profesionales. En todas mis producciones, hay familiares, amigos, amigos de amigos, gente que ni siquiera conozco o acabo de conocer, cómo el caso de esta producción. Está claro que entraña complicaciones, pero también es uno de los aspectos importantes a nivel conceptual y que le aporta más valor al trabajo.
En este ejemplo en concreto, al formar parte del proyecto Natura que se desarrollaba en las instalaciones de jäälphoto, sí era importante remarcar que los participantes o por lo menos parte de ellos fueran público que estuvieran visitando la feria y quisieran participar. Pero realmente casi siempre trabajo con desconocidos. Es difícil, no te voy a decir que no, pero tengo una metodología de trabajo que hasta ahora me esta funcionando muy bien.
© Pablo Lecroisey | Todos somos doctores | Factoría de Arte y Desarrollo | exposición 2015 | entrevista | Arte a un Click | A1CExpos
Para mí el verdadero reto es conseguir que diversas personas, sin importar su condición, etnia, sexo, nacionalidad, edad o estatus, consigan relajarse en periodos muy cortos de tiempo, se abran, se hagan cómplices entre ellos y se impliquen en un proyecto común de pretensión artística. Es a lo que me refiero con que la gente me da, cuando me preguntan cómo consigo hacer esos retratos grupales.
Es muy bonito ver como van integrándose y se vuelven cómplices. Para ello soy muy prudente, respetuoso, tranquilo, etc. Antes me salía de forma espontánea, llegaba a esto a través de otras vías, pero cada vez me focalizo más en ello e investigo de forma más consciente y con más experimentación.

Mila Abadía: Creo que fue la primera vez que trabajabas rodeado de público, ¿necesitaste una concentración mayor?

Pablo Lecroisey:  La verdad que no, como tienes que estar atento de tantas cosas se te olvida que hay gente alrededor.

© Pablo Lecroisey | Todos somos doctores | Factoría de Arte y Desarrollo | exposición 2015 | entrevista | Arte a un Click | A1CExpos
Mila Abadía: Veo que has intervenido la fotografía, nos explicas por qué y cómo has llegado al resultado que ahora se expone?
Pablo Lecroisey:   La he intervenido por varios motivos. Aunque mi trabajo casi pueda ser una performance donde los espectadores acaban realizando la obra, entiendo que es importante el hecho plástico resultante. Como el trabajo tiene una componente de improvisación muy grande, no siempre puedo controlar todos los aspectos cómo me gustaría y para eso la pintura u otras técnicas gráficas me vienen muy bien, me dejan intensificar la atención en algunas zonas o reducirla en otras.
En cuanto al resultado de la intervención, he jugado con formas geométricas simples. círculos, cuadrados y triángulos, combinándolos en tramas, también le he incluido pequeños toque de colores fluor. Creo que estos elementos están muy de moda y le dan un toque de contemporaneidad muy interesante reforzando el resultado final.
Mila Abadía: No parece casual tu decisión de exhibir la fotografía por primera vez en la muestra Todos es lo mismo, siempre lo fue….
Pablo Lecroisey: No y por varios motivos; por un lado complementa las otras dos obras que he hecho anteriores a esta y que están intervenidas pictóricamente. Por otro, en esta exposición muestro casi todas las obras de este año y si la dejaba fuera quedaría descolgada. Además de momento no tengo fecha para volver a exponer en España y creo que hay que exponerla aquí. Y luego porque es una revisitación, sobre lo que entiendo fue en su día una crítica y en esta exposición incluyo mi opinión crítica al proyecto de La horas de Abel Azcona.
Gracias por atenderme Pablo, creo que has desarrollado un trabajo impecable, formulado desde el convencimiento y el perfeccionismo al que nos tienes acostumbrados.

Para asistir a la visita guiada que se celebrará el día 4 de enero a las 19.00 horas en Factoría de Arte y Desarrollo es necesaria inscripción previa, puedes hacerlo enviándonos un mail a exposiciones@arteaunclick.es. Te esperamos.

Todos somos doctores (Todo es lo mismo, nunca lo fue)
Artista: Pablo Lecroisey |  Web
Fechas exposición: Del 10 de diciembre de 2015 al 10 de enero de 2016
Fecha visita guiada: 4 de enero de 2016 19.00 h.
Inscripción previa a: exposiciones@arteaunclick.es
Inauguración: Jueves 10 diciembre a las 20 h.
@factoriarte | @pablolecroisey

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2 Respuestas

  1. José Ramón

    Hola a todos.
    Me gustaría hacer un comentario sobre éste cuadro de Durero.
    La verdad es que siempre me ha llamado la atención ese grupo de cuatro manos tan juntas que ocupan el centro del cuadro. Aunque se han dado distintas interpretaciones, a mi modo de ver ninguna justifica suficientemente tanto protagonismo dentro del cuadro ni lo forzado de alguno de los gestos.
    Finalmente, después de mucho mirarlas he llegado a la conclusión de que las cuatro manos están ahí apelotonadas formando una calavera.
    No es que sea demasiado evidente, pero yo creo que es intencionado. De ser así creo que justificaría mejor ese lugar tan destacado, como si el autor invitara al espectador a mirar un poco más allá.
    La posición del dedo índice de la mano derecha del rabino, junto con el hecho de que el dedo pulgar de la misma mano no sobresalga lo más mínimo, parecen marcar de forma intencionada la forma del cráneo. También el dedo meñique de la mano izquierda toma una posición forzada para contribuir a dar forma a la calavera. Con los dedos índice y pulgar de la mano izquierda de Jesús y el índice de su mano derecha se daría forma a la cuenca del ojo.
    Este tipo de trucos o juegos tampoco sería tan extraño. Pintores como Leonardo, Pieter Bruegel el Viejo o Baldung Grien gustaban de esconder detalles en sus cuadros, con significados que no estaban a la vista de todos.
    El caso más parecido que se me ocurre es el trampantojo de la calavera que Hans Holbein el Joven pintaría años más tarde en su cuadro de Los embajadores. He de decir que ésta me gusta más, la de Holbein siempre he pensado que estropeaba el cuadro.
    Me gustaría conocer alguna opinión.

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