Encontrarás 1000 interpretaciones en la lisérgica obra de Emilé Morel

Las pinturas e ilustraciones digitales de Emile Morel (Francia) nos arrastran a mundos fantásticos lo queramos o no, su asombrosa técnica hace real cuanto vemos y si lo que vemos nos complace, seduce, espanta o atemoriza es algo que deja a nuestro libre albedrío.

Un trabajo que bien puede enmarcarse dentro del surrealismo pop, escenarios lisérgicos acogen plantas, flores o animales; mutantes de poderes y habilidades encubiertas pero evidentes o híbridos, mitad humanos, mitad bestias; niños de tres piernas, niñas con extremidades convertidas en garras o bellas sirenas que han cambiado la cola por manos perfectamente detalladas.

Obras ante las que puedes pasar horas descubriendo cada detalle, cada personaje, cada planta, mirándolas no puedes evitar dejarte llevar por la imaginación, tampoco pensar que esos fantásticos personajes se han convertido ante tu mirada en reales, con sus sentimientos y sus historias, que te observan esperando algún tipo de reacción.

Si Emilé Morel pretende provocarnos mil interpretaciones lo consigue, ante sus universos podemos deducir un sin fin de leyendas en las que sumergirnos, y gozar, disfrutar de cada una como si fuera única y, sobre todo, propia.