Quizá esta sea la primera vez que presentamos un autor fallecido, Itsván Sándorfi (Hungría, 1948-2007) no por nada, simple casualidad supongo, casualidad que ante su obra se acaba.
Pintura de técnica impecable, los elementos surrealistas que la habitan la convierten en una obra deseable y deseada. Meticuloso hasta la saciedad el autor plasma detalles que nos llevan a imaginar mucho más de lo que vemos.Personajes que se difuminan en el lienzo, poses imposibles, movimiento y gracilidad, explosión de vida… y de muerte, arrebato en el pincel, expresividad incontenible.
Protagonistas muchas veces sin rostro capaces de trasmitir toda clase de emociones, una pintura que, ante todo, es pura sensación, ideas de frustración, miedo, dureza, naturalidad se abren paso entre pinceladas, cuerpos al servicio de la pintura, obsesiones de la mente trasladadas al lienzo.
Este pintor es realmente sorprendente y fascinante. Esas pinturas que parecen inacabadas son espectaculares.
Si he de se sincera a mi me producen una angustia…. pero es cierto, son fascinantes! Abrazo fuerte.