Con recortes de periódicos, mapas y pintura Fidencio Martínez (Oaxaca, México) compone una obra en la que la artesanía y las costumbres de su país natal se posicionan como presentes e imprescindibles, como una forma de conectar con un instante desaparecido, el de su niñez.
Con esa suerte de collages Fidencio Martínez realiza una crítica sencilla y contundente sobre la necesidad de emigración de sus iguales, los problemas que asolan a una sociedad casi destruida por los poderes económicos, no olvida en su discurso a las mafias de la droga que tan terriblemente afectan a México.
Una población que vive supeditada a gobiernos para quien la distribución de la riqueza siempre es lo mismo, llega a unos pocos y muchísimos padecen una pobreza endémica.
Personajes que expresan el dolor de la pérdida en cada gesto, en cada mirada, protagonistas que no lo son de sus propias vidas y sin embargo continúan ahí, luchando, todos los días, aún desarraigados del lugar que les vio nacer, continúan adelante, un pueblo con mucho que trasmitir.
© Fidencio Martínez | Web
Mila Abadía | Jose L. Calleja