Zack Zdrale (Wisconsin, 1977) sorprende por su magnífico dominio del claroscuro, pintura realista con un enfoque tradicional en cuanto a técnica, pero completamente moderno en lo relativo a la temática.
Con un profundo conocimiento de la anatomía humana, el autor centra su atención en la figura, descriptivo hasta la saciedad transmite emociones no ya con el rostro, sino con el cuerpo entero. Sus fondos oscuros y su tenue iluminación potencian su dramatismo, tensiones poderosas, emociones que sobresaltan, luces y sombras al servicio del pincel. Composiciones llenas de fuerza en las que se respira quietud y silencio.
Su percepción de la condición humana lo convierte en un auténtico experto en plasmarla, movimiento y gesto parecen partir de lo más profundo del ser, parece tener la llave para entender al humano, para buscar y sacar a la luz sus más íntimas vivencias.