Después de 15 años dedicado a la pintura, decide pasarse a la fotografía en los años 80, es en esta disciplina donde Roberto Kusterle ( Gorizia, Italia – 1948) ha encontrado su lugar en el arte por derecho propio.
Imágenes monocromáticas para generar mundos fantásticos, criaturas imposibles que el autor hace posibles. Humanos y animales ligados sin remisión, condenados a entenderse aunque el enfrentamiento sea visible continuamente.
Con cierto humor negro, Roberto Kusterle consigue que su obra sea todo menos algo apacible, más bien, la hace aparecer nefasta, un imaginario que multiplica hasta lo imposible gracias al uso de Photoshop.
Personajes fantásticos de expresiones reales, tanto que nos obligan a mirar y volver a mirar conscientes de que detrás de cada uno de ellos, por más que puedan parecer criaturas perniciosas, algo que nos atrae, la inevitable sensación de que sean como sean, una parte de ellos contiene profundos sentimientos como el más conmovedor de los humanos.