Déjame volar de David Catá es un proyecto compuesto por fotografía y escultura que reflexiona sobre lo efímero de la vida, cómo desaparecemos dejando una huella, una semilla, un ápice de vida que nos mantiene vivos en la memoria. La muestra puede verse hasta el 29 de junio de 2015 en la sala Colectivo Imagen de Fuengirola.
Hace unos días entrevistamos a David, y respecto a aquello que quería transmitir al espectador nos decía:
No busco un sentimiento en particular, pero sí sé lo que no busco: la indiferencia. El día que esto ocurra, me replantearé mi trabajo y mi manera de crear. En cada una de mis obras dejo parte de mi y lo que busco es que el espectador encuentre en eso algo con lo que se sienta reflejado e identificado. En alguna ocasión, he visto a gente emocionarse delante de alguna de mis obras; para mí esa es la mejor de las recompensas.
Estoy segura que desde luego indiferencia no provoca la obra de este magnífico autor, verla emociona, sentir el respeto por la vida y por el recuerdo que tiene David Catá casi…. conmociona.