Las mujeres son las grandes protagonistas de la obra de Zofia Blazko, pintora polaca que plasma en sus óleos una mujer de sensualidad casi perversa y poses voluptuosas.
Féminas de miradas provocadoras, con el erotismo a flor de piel, como si no pudieran evitarlo, como si fuera intrínseco en ellas. Composiciones en las que el gesto y la actitud lo es todo, sin afectación ninguna, sencillas, sinceras y poderosas.
Zofia Blazko utiliza el detalle con concreción y minuciosidad, telas de pliegues volumétricos, cabellos y pestañas limpios, concisos, con los trazos imprescindibles. Retratos atemporales que nos traen a la mente a una de las grandes, Tamara de Lempicka, quizá por la precisión y claridad con la que usa el color, quizá por la postura.