Con un tratamiento de la figura que recuerda a Modigliani y una paleta de colores suave y acompasada, la fotografía de Bodan Prystrom explota sentimientos encontrados.
El autor, mediante una particular manipulación digital, crea imágenes que son extensiones de las fotografías que creaba con medios tradicionales.
Retratos de protagonistas femeninas de una belleza inclasificable, etérea, quizá debido al característico tratamiento que imprime al cabello de todas ellas, quizá por sus expresiones planas; en cualquier caso un trabajo refinado, al no que no le falta un punto de frivolidad.