Cuando ves por primera vez la obra Yulia Brodskaya te sorprende de entrada el impactante color o la compleja composición; más allá de esa primera mirada te encuentras con una obra en la que los sentimientos que te traslada te impregnan desde ese primer instante.
Personajes siempre ancianos que en cada línea, en cada arruga desprenden sabiduría, aquella que todos buscamos y que la autora de algún modo nos permite encontrar.
Su técnica, la llamada quilling, se traduce en tiras de papel que se pueden enrollar, formar y pegar al papel de fondo, algo que en un primer momento puede parece una cuestión de artesanía, la autora lo convierte en puro arte. Yulia Brodskaya trasmite sensaciones en cada una de sus creaciones, con una capacidad absolutamente natural.
Sus tipografías, en las que, en ocasiones, utiliza el blanco como contraforma y como contraste con la multiplicidad de vibrantes colores son otro de sus grandes amores.
© Yulia Brodskaya | Web
Mila Abadía | José L. Calleja