Entre los retratos al óleo de Kurt Kauper (1966) encontramos iconos culturales que se han ido extendiendo hacia la sociedad y la política siempre con un punto irónico y satírico, pinturas realistas que reflejan a sus personajes desde el punto de mira del autor.
Protagonistas, muchas veces sexualmente ambiguos que plasma meticulosamente sobre fondos neutros, el autor pinta capa tras capa, hasta conseguir que parezca que sean ellos los que iluminan el lienzo, como si la luz saliera de su interior, una técnica clásica quizá pero con un resultado moderno y vivaz.
Mis temas recientes han sido divas imaginarias de ópera, Cary Grant sin su ropa, jugadores de hockey y ahora los Obama. Así que, aunque me encantaría que posaran, hay pocas posibilidades de que eso ocurra con algunas de esas personas de forma que hago uso de mi reflejo en el espejo.