El Festival Asalto reparte color y calor en el Barrio Oliver
El 8 de septiembre dio comienzo en el Barrio Oliver de Zaragoza el Festival Asalto, una semana que convertirá en lienzo la capital aragonesa y que culminará entre el 14 y16 de septiembre con un amplio programa de actividades.
“Vibra mi ser en la palabra y retumba la voz en la pared” (Anónimo). Con este poema que habla de los muros me propongo hablar del espíritu del arte callejero que pretende rehabilitar espacios de la ciudad abandonados, para darle un contenido artístico y que sean habitables.
Uno de los platos fuertes dentro del circuito de festivales de street art es el reconocido Mural Festival de Montreal. Si en 2016 atrajo a más de un millón de visitantes, el éxito de 2017 se multiplicó con artistas como Nuria Mora, Ricardo Cavalo y Ron English.
Ron Enghlish. Mural Festival. Montreal
Este 2018 han destacado artistas como Cryptik que explora y disecciona temas de espiritualidad y conciencia o Drew Merritt y sus ambiguos personajes, héroes, villanos, desvalidos, amantes y amigos se dan cita mientras crean un mundo fantástico donde la luz y la oscuridad conviven a la perfección.
No lejos de este festival se sitúa la trayectoria del Festival Asalto convertido en un referente nacional junto a otros festivales como al Festival Zarajo Deluxe que recorre el barrio de San Antón de Cuenca, un arrabal medieval que está considerado Patrimonio de la Unesco junto a la ciudad fortificada de Cuenca y sus Hoces o el festival de Ibiza Bloop Festival que se celebra con el mismo espíritu transformador.
Cambiando arquitecturas a través del street art
La crisis que ha soportado España estos últimos años ha abocado al abandono a gran cantidad de edificios. Los gobiernos autonómicos y locales se beneficiaron a través de los impuestos por plusvalías de la burbuja y no trataron de reducirla. Incrementaron en exceso gastos no sostenibles basados en esos incrementos de impuestos. Favorecieron la inversión en activos no estratégicos y redundantes, encontramos claros ejemplos en esos aeropuertos sin aviones o autopistas sin conductores.
Esta formula, que ha acabado alertando a banqueros y economistas también ha servido para que artistas de todo el mundo se reúnan en Zaragoza y aprovechando lo imposible trabajen embelleciendo la ciudad.
Y así nació el Festival Asalto, un festival de arte urbano en la ciudad de Zaragoza que celebra este año su 11ª edición, El Festival pretende conectar ideas, trabajar con el azar, el arte efímero y utilizar recursos para que la gente del barrio se sienta partícipe de lo que ha sucedido, una manera de apropiarse del territorio.
Desde su nacimiento ha reunido a relevantes artistas nacionales e internacionales como Nuria Mora, Zest, 100 Pression, Above, Smythe, Elian, Sat One, Amandine Urruty, Blu, Helen Bur o Boa Mistura, una de cuyas obras “Sueño porque no estoy loco” sería derribada en 2012 al albur de ese cierto afán urbanístico durante un emotivo acto donde se repartieron pequeños trozo del muro. “Una obra efímera que permanecerá para siempre en la memoria colectiva de Zaragoza”, explican desde Asalto.
El festival ha dejado, hasta ahora, más de un centenar de obras de arte para la ciudad trabajando en espacios abandonados reconvertidos así en muros llenos de color.
© Boa Mistura. 7º Festival Asalto. Pza. del Pilar.
Un festival lleno de propuestas vanguardistas
Siempre urbano y gratuito fomenta la cohesión social mientras crea en las calles de Zaragoza la mejor galería urbana. Un festival de carácter abierto y comunicativo.
Y es que el interés de este festival es explorar el entorno para acercarnos a una conexión entre el arte y la ciudad, para ello se trabajan diferentes técnicas desde el muralismo, la intervención, los stickers, la fotografía, las plantillas y el diseño
El público no queda al margen de la creación, no en vano los artistas trabajan en la calle. Y así, los comentarios de unos y otros, la asistencia a talleres diversos o a las visitas guiadas, conferencias, conciertos, charlas con artistas, talleres infantiles o la celebración de una feria con la venta de productos artesanales hacen que la participación de la ciudadanía sea alta y decisiva.
Se establecen así nexos de unión entre arte y vecindario, un bien cultural puesto al disfrute de todos los ciudadanos y con una indudable repercusión en el turismo actual.
Más allá de ser grafitti o muralismo, lo que se hace es arte en la calle completamente horizontal que ha conseguido reunir a más de 130 artistas a lo largo de los años, podemos encontrarlos escondidos bajo seudónimos repartidos por distintos barrios de la ciudad, el Casco Antiguo, el Gancho, Valdefierro y ahora, el Barrio Oliver. También han hecho incursiones en el medio rural convertido así en patrimonio al tiempo que exploran nuevos territorios.
Los artistas han comenzado a trabajar
Los artistas están desarrollando ya sus intervenciones en diferentes emplazamientos del barrio Oliver.
Los primeros en empezar han sido Digo Diego, con un mural participativo que ha contado con la colaboración de los vecinos y vecinas del barrio o los portugueses Half Studio demostrando las posibilidades del lettering a gran escasa para transmitir mensajes que conectan con la comunidad.
También en desarrollo ya la obra de Cachete Jack “Sólo sí es sí” que con apoyo del Servicio de Igualdad del Ayuntamiento de Zaragoza, que proponen una oda al amor y presentan “una pareja enrollada en sí misma llena de entusiasmo, alegría y compromiso. Una relación equitativa con un amor e implicación recíproca. Igualdad formando sólo uno”, explican los artistas.
© CacheteJack.
A ellos se suman Udatxo o Manolo Mesa, que platean estilos más pictóricos y figurativos, Daniel Eime que trabaja el vínculo con el territorio, Kruella D´Enfer, defensora de la abstracción como elemento transformador del arte urbano.
Animalitoland, Catarina Telles o Enorme Estudio que se han incorporado a los proyectos más participativos y que junto a Pouvelle, Gripface, Jaune Art, cierran el elenco de artistas.
De los inicios a hoy, una misma esencia
Este arte nace en los años 60 en EE.UU. y tiene como referentes a Baskiat, Bleck le Rat, Man o Matis. se desarrolla con diferentes técnicas desde el spray, las pegatinas, los esténcil, etc…
Hoy en día habría que establecer paralelismos entre el barrio estadounidense y el barrio en el que vivimos, para que se asiente la idea de grito social, de denuncia, con ese espíritu rebelde y reivindicativo que mueve a este arte.
Las huellas en la pared que reparan los desconchones de las fachadas abandonadas y el uso de determinados lugares emblemáticos que ejercen un poder territorial sobre el barrio, el tejido social y la integración de la vida en el arte, son algunas de las características que buscan crear una voz propia en cada uno de los artistas.
Un arte que avanza al mismo tiempo que la sociedad y es el motivo de que se establezca un pulso interno con la ciudad.
Su mirada cargada de personalidad en muchos casos lleva implícita un espíritu de cambio, de generador de movimiento al dar relevancia a lugares silentes a los que no se les había dado importancia debida. Y con todo se puede fomentar ese deseado espíritu transformador.
Festival Asalto
Fechas: Del 8 al 16 de septiembre de 2018
Lugar: Distintas localizaciones. Barrio Oliver. Zaragoza
