MAGNUM: HOJAS DE CONTACTO. Historia, arte y fotografía en la Fundación Canal
Magnum: Un nuevo enfoque
La agencia de fotografía Magnum se inició en 1947, justo después de la II Guerra Mundial. Cuatro fotógrafos excepcionales, de estilo propio, como Henri Cartier-Bresson, Robert Capa, George Rodger y David Seymour, se aliaron dando lugar a una de las principales agencias de fotografía a nivel mundial.
En una mezcla de periodismo, arte y narración, Magnum ha agrupado a lo largo de estos 70 años de historia a los fotógrafos más reputados del mundo, convirtiendo en imagen los principales eventos, conflictos, desastres, lugares y personalidades.
Magnum supuso una nueva forma de trabajar en la que los fotógrafos adquirieron autonomía y control sobre su trabajo y sobre sus derechos de autor. La exposición se abre en la década de los 30 con los trabajos de los que serían sus fundadores. Abarca hasta el año 2010. Un momento en el que la fotografía digital ya había convertido las hojas de contacto en su sentido original en herramientas del pasado.
Las hojas de contacto
“Magnum: hojas de contacto” supone no sólo el conjunto y la exposición del trabajo de una de las más prestigiosas agencias de fotografía del mundo, sino la exposición de un pedazo de historia, la mundial y la del medio protagonista.
© Fundación Canal
La hoja de contactos, obsoletas ya en el mundo digital, suponía una impresión directa de un rollo o secuencia de negativos a un mayor tamaño. Se convertían así en la primera visión que el fotógrafo tenía del trabajo realizado. Además del punto de contacto entre el editor, la agencia y la revista. Posteriormente pasarían a ser material de archivo, así como medio, durante mucho tiempo, para el estudio del proceso seguido por otros fotógrafos.
“Una hoja de contactos es como el archivo de un psicoanalista. También es una especie de sismógrafo que registra el instante. Todo queda escrito: lo que nos ha sorprendido aquello que se ha atrapado al vuelo, lo que se ha dejado escapar, lo que ha desaparecido o un acontecimiento que acaba convirtiéndose en una imagen plenamente satisfactoria.” (Henri Cartier-Bresson, Magnum: hojas de contacto,18)
Un paseo por la historia
La exposición se organiza cronológicamente mostrando una evolución que recorre el auge del periodismo fotográfico y la prensa ilustrada de la mano de muchos de los nombres propios de la historia de la fotografía contemporánea. Junto a ello, podemos ver el desarrollo de trabajos más experimentales y artísticos, en los que las hojas de contacto abandonan ese papel funcional con el que nacieron para convertirse en medio de inspiración creativa.
Así, a lo largo de esta exposición se tiene el privilegio de contemplar en directo algunas de las imágenes más icónicas del siglo pasado: la revolución cubana con esas secuencias del Ché Guevara en primer plano de René Burri. Las revueltas estudiantiles de París inmortalizadas por Bruno Barbei. Los retratos de Malcom X a cargo de Eve Arnold o los Beatles a cargo de David Hurn. La campaña presidencial de Keneddy de Cornell Capa. Pasando por la Guerra Civil española, el desembarco de Normandía, la guerra de Vietnam o los atentados del 11-S. Imágenes históricas que se combinan con la fotografía de calle, de moda o social humorística, como la famosa llama en el taxi de Nueva York de Inge Morath.
Protestas en París, Francia 1968 © Bruno Barbey / Magnum Photos
La exposición permite apreciar esos pedazos de historia que tenemos ante nosotros. Nos desvela a través de esas hojas de contacto su proceso creativo. El camino hasta llegar a la imagen que daría la vuelta al mundo. Nos sentimos reconfortados de poder disponer de ella.
Fue Henry Luce, fundador de la revista Life, quien comentó sobre Cornell Capa y sus instantáneas sobre la caída del régimen de Perón en Argentina en 1955: “hizo fotografías que relatan la historia mejor de lo que pudiera hacerlo cualquier escrito” (Henry Luce, Magnum: hojas de contacto, 79)
La figura del fotógrafo
Pero ante todo esta exposición nos abre las puertas de la figura del fotógrafo, accediendo a su material más íntimo y personal. Es precisamente ese punto uno de sus principales atractivos. Y es que las hojas de contacto no están pensadas para ser expuestas.
“Una hoja de contactos está llena de tachaduras, de detritus. Una exposición de fotografía o un libro es una invitación a un banquete, y no está dentro de las normas de conducta hacer meter la nariz a los invitados en las cacerolas y las sartenes, y mucho menos en los cubos de desperdicios…” (Henri Cartier-Bresson, Magnum,18)
Una llama en Times Square, Nueva York, EE.UU., 1957 © Inge Morath © The Inge Morath Foundation / Magnum Photos
Las hojas de contacto nos dan acceso, por tanto a ese proceso intermedio, el método, las circunstancias, incluso la casualidad. Observándolas con una lupa para tener mayor claridad, vemos marcas de ceras o marcadores permanentes señalando la toma elegida. Observaciones personales, sensaciones que se desvelan al observar el trabajo realizado.
Testimonios
Otro aspecto destacable son los diferentes testimonios que acompañan las fotografías, los testimonios de sus autores que nos permiten adentrarnos aún más en la persona y el artista. Sus miedos, sensaciones, sentimientos y objetivos quedan reflejados no sólo en esos pequeños fragmentos de imagen o en la imagen elegida, sino también en sus confesiones.
Así podemos obtener una perspectiva de la relación del fotógrafo con su trabajo. La conciencia de la necesidad de mostrarle al mundo lo que está pasando. Y la responsabilidad de tener que hacerlo. Volvemos de nuevo a Capa y su reportaje de la caída del régimen de Perón, a su editor le dice: “casi nunca si es que alguna vez ha ocurrido, una dictadura se ha disuelto frente al objetivo de un fotógrafo. Sería muy beneficioso que lo vieran otros pueblos, especialmente en esta parte del mundo, donde durante mucho tiempo no ha habido nadie que criticara sus regímenes.” (Cornell Capa, Magnum, 79)
Otras veces, simplemente les mueve, quizá, “el deseo de explicarse el mundo a uno mismo…de comunicar algo relativo a la propia experiencia”. De esta forma lo señala Christopher Anderson en su experiencia en un bote de emigrantes haitianos que intentaban llegar a EEUU (Christopher Anderson, Magnum, 434). Son muchos los que hacen referencia a la importancia de los hechos de los que han sido testigos. Del vínculo entre lo que han visto y lo que su cámara ha grabado. Lugares ocultos, acontecimientos históricos, personalidades de trascendencia mundial.
© Fundación Canal
Mirada al pasado: Nueva perspectiva
Varios hablan de lo que ha supuesto revisar de nuevo esas hojas de contacto. Vollver sobre los borradores del trabajo, las tomas desechadas y las elegidas, rememorar lo vivido y lo documentado, lo buscado y lo realizado, convirtiéndose a veces no sólo en una revelación para el espectador, sino para el propio autor.
Chien-Chi Chang comenta, en relación a su trabajo “La cadena”, realizado en el templo y prisión de pacientes mentales de Long Fa Tang (Taiwan):
“El templo no proporcionaba ni medicamentos ni tratamientos, sino cadenas ‘terapéuticas”. Un paciente más lúcido se encadenaba a uno que lo era menos…Existe una relación entre los dos pacientes, entre ellos y el supervisor, y entre ellos y yo y mi cámara. Toda esta dinámica, al mismo tiempo repetido por cada pareja. Cuando apretaba el disparador, creía tener el control. Pero visto en retrospectiva, ello lo tenían también. En algunos fotogramas se puede ver a un componente de la pareja tirando del otro de la cadena. Mi interacción con estas personas mientras las fotografiaba era de unos pocos segundos, pero lo que quedó congelado en mi hoja de contactos ha durado mucho más, y continúa aumentando.” (Chien-Chi Chang, Magnum, 415)
Fotografía, historia y arte en la Fundación Canal hasta el 5 de enero de 2018.
MAGNUM: HOJAS DE CONTACTO
Lugar: Fundación Canal | Madrid
Imágenes: Cortesía de © Fundación Canal
Fechas: Del 5 de octubre de 2017 al 5 de enero de 2018
@FundacionCanal
