Sensualidad, belleza y Libertad según Isabel Muñoz
El pasado 24 de junio se inauguró en CentroCentro la exposición de la fotógrafa Isabel Muñoz (Barcelona, 1951). La muestra, que lleva por título El derecho a amar, se integra en el World Pride 2017
Premio Nacional de Fotografía en 2016, Isabel Muñoz hace gala de todo aquello que la caracteriza una y otra vez. Aquello que la ha llevado a través de diversos proyectos, de su objetivo, de esa mirada que busca la diversidad en el detalle, a ganarse un hueco de honor dentro de la fotografía española contemporánea.
“La fotografía es mi vida. Me gusta contar historias, hablar de la dignidad del ser humano, de los sentimientos. A través de mis imágenes intento sacar, hasta de los momentos más duros y oscuros, la parte positiva. Y muchas veces utilizo el cuerpo como pretexto para contar esas cosas que me emocionan y que me gusta compartir” (Isabel Muñoz, “cuerpos que cuentan historias,” El País, 27 abril 2007)
La fotógrafa del cuerpo
El derecho a amar no sólo es una reivindicación, explícita en su propio nombre, sino es un canto a la libertad, al arte, a la belleza, a la pasión y a la sensualidad.
Observando las 90 fotografías en diversos formatos que ocupan esta exposición, uno olvida si lo allí retratado es un hombre o una mujer, o mujer y mujer, u hombre/mujer. Es totalmente indiferente porque Muñoz ha conseguido que lo sea.
Ha logrado que traspasemos las fronteras de los prejuicios, de las normas establecidas, de lo que nos han enseñado como correcto y natural, incluso del conjunto, y nos dejemos llevar por su fotografía. De nuevo los cuerpos desnudos. De nuevo ese gusto por el blanco y negro y su toque intemporal, de distancia. De nuevo los detalles, fragmentos del cuerpo que como la propia artista dijo en una ocasión “permiten al espectador completar la imagen a su modo”.
Uno de los aspectos destacados de su fotografía es el uso de la impresión en platino. Un proceso artesanal en el que la artista combina la técnica tradicional de la platinotipia con la calidad que aporta la fotografía digital.
El objetivo es la búsqueda de matices en las tonalidades del blanco y negro, las texturas de la piel y su obsesión por la expresión del sentimiento a través de lo físico, lo carnal.
Ella misma ha hablado de su creencia y su interés en el ser humano. Los múltiples significados de un gesto, de una caricia, de todo lo que en ella se encierra para el fotógrafo, para el modelo y para el que observa.
Su amplia trayectoria artística y vital la han llevado a desarrollar numerosos proyectos, a vivir situaciones comprometidas como narraba MasauR en Mujeres Mirando Mujeres, iniciativa en la que participó con su habitual estela de compromiso vital.
Y por todo ello, ha decidido apostar por una fotografía de corte social centrada en la búsqueda de la esencia del ser humano a través de su cuerpo. Y sin renunciar nunca a la belleza.
World Pride 2017
En este caso Muñoz se vuelca, con motivo del World Pride 2017, en la lucha de los colectivos homosexuales para amar a quien quieran y sentir como quieran, para ser libres y poseedores de su cuerpo y de su identidad.
Más allá de los estereotipos modernos de la homosexualidad, Muñoz indaga en todos los colectivos dentro del colectivo. Desde la tercera edad, aquella que un día fue encarcelada por salirse de lo moralmente establecido y que hoy aspira a envejecer con dignidad y libertad, hasta los adolescentes que se ven en la tesitura de comunicarle al mundo que no siguen el camino marcado.
En medio, el tratamiento de otras culturas, como los Hijras, hombres de la India que visten como mujeres y que se someten voluntariamente a la castración. Son marginados socialmente.
También el mundo de la prostitución masculina en Brasil, donde Muñoz estableció contactos con transexuales que trabajaban la calle para poder someterse a la cirugía plástica.
Y sin irse tan lejos, aquellos de aquí que fueron perseguidos por su orientación sexual. Aquellos que han luchado por borrar las huellas de la injusticia en su pasado. De él aprendieron para afrontar el presente.
Y entre tanta fotografía que te envuelve con su gran formato en la primera parte de la exposición y su mosaico de caras, gestos y poses en la segunda, la historia no se deja de lado.
Pequeños paneles acompañan las fotografías en las que se nos habla de los retratados, de los que vivieron el pasado y el progreso, con todas las sombras que ello conllevó. Y del presente y del futuro, y de la realidad que existe y no se puede ni se debe negar. La normalidad como clave del éxito. La libertad como clave de la normalidad.
El derecho a amar
Artista: Isabel Muñoz | Web
Fechas: Del 24 de junio al 1 de octubre de 2017
Lugar: CentroCentro | Madrid
@centrocentro
