“Establecí al instante una conexión emocional con su obra,
sintiéndome protagonista de cada una de sus escenas”
Nati Guil sobre Susana Ragel
Son palabras de Nati Guil, comisaria independiente a la que ya considero una buena amiga, cuando presentó a Susana Ragel en Mujeres Mirado Mujeres, desde entonces caí rendida a sus pies; y es que Susana deshace con sus pinceles cualquier duda, que respecto a su pintura, pueda surgirte, y de ahí, esa facilidad para hacerte sentir una de sus protagonistas y eso, queridas y queridos míos es mucho.
Sus mujeres anónimas, sin rostro que no escondidas, nos dejan un fértil margen a la imaginación, no ya a cómo serán, sino a lo que puedes hallar en su interior, mujeres de movimientos libres, en analogía a lo que son sus mentes, soberanas, enseñoreadas en si mismas, como de ser.
Lienzos de gran formato y solitarias protagonistas buscando ese lugar por todos añorado, ese momento de dicha con uno mismo tan complejo y esquivo...
Hoy quiero traer además de su inmensa pintura, sus palabras, nítidas como su obra….
Tus referentes…
Bueno, podría hablar dias sin parar acerca de mis referntes. La pintura me interresa desde una edad muy temprana, recuerdo que con 7 años gané un concurso de poesía escribiendo sobre Dalí, todo lo que tuviera que ver con el arte me fascinaba. A medida que he ido aprendiendo, mis gustos obviamente se han ido definiendo. Dentro de lo que conocemos como ARTE en su más amplio sentido, me interesa, no solo la pintura. Todos aquellos artistas que son capaces de hacernos sentir, de movernos por dentro con su trabajo tienen toda mi consideración.
Me fascina Bill Viola y su interpretación moderna de obras clásicas, las envolturas de Chirsto, o las obras simbólicas de Gabriel Orozco. Hace menos de un mes me he encontrado llorando delante de los restos del Partenón en el Museo Británico. Si hablamos de referentes en la pintura lo que más me ha atraido siempre ha sido la figuración, aunque no la más clásica. En cada etapa hay diferentes nombre que rondan mi cabeza, ahora estoy en una etapa en que Andrew Wyeth tiene un hueco muy importante entre mis referentes, también lo tienen Justin Mortimer o Michael Borremans.
¿Cómo y por qué te decantas por la pintura como medio de expresión?
No podría explicar, yo no escogí la pintura, creo que la pintura me escogió a mi; a pesar de haber estudiado Bellas Artes y haber aprendido un poquito de todo, siempre sentí que mi medio era la pintura, hasta el punto de que no soy capaz de imaginar mi vida sin ella. En ocasiones me he planteado dejarlo todo para poder encontrar un medio de vida que me de más estabilidad, pero pensarlo me produce tanta tristeza que siempre sigo adelante, luchando por seguir manchándome las manos, algo que me da la vida y también me la quita un poco.
¿Recuerdas la primera vez que necesitaste plasmar, derramar tu sentimiento en un lienzo?
Siempre he pintado, desde niña. Cuando estaba en jardín de infancia con tres años y no quería ir al colegio pintaba el mismo paisaje sin parar, mi casa, mi patio, mi maceta. Tengo decenas de dibujos iguales, supongo que era mi manera de decir que me quería ir, así que esa sería la primera vez que plasmé lo que sentía en una hoja de papel. Luego empecé a recibir clases a los 6 años, y no he parado de pintar hasta hoy.
¿Quién o qué te inspira?
Me inspira la gente, en la Universidad me interesaba muchísimo el retrato, porque se pueden contar muchas cosas a través de una expresión. Luego fui alejándome del retrato y comencé a interesarme por la figura, ya no quería hablar solo a través de una cara, quería intentar contar cosas a través del cuerpo, situando esas figuras en diferentes ambientes podía hablar de calma, de inquietud, de tristeza….. Casi siempre pinto mujeres porque empatizo más, se como me siento como mujer y por lo tanto puedo transmitir con más facilidad a través del mundo femenino. Ahora me encuentro en un proceso de cambio, hace meses que estoy trabajando en el proyecto “Nieve en el desierto” y mis figuras se han trasladado a lugares donde han ocurrido catástrofes medioambientales. En este momento me interesa hablar del planeta, del cambio climático y de los “heridas” que causamos a la tierra con nuestros actos.
Háblanos de tu proceso artístico, cómo llegas de la idea a la obra, si es que existe para ti esa secuencia.
Siempre tengo que analizar con calma y tiempo de qué quiero hablar a través de la pintura, hay algo muy importante, si no me interesa lo que cuento, la obra no sale bien, así que tengo que tener muy claro en que proyecto me meto en cada ocasión. Este año conocí a un grupo de gente que trabaja en Medio Ambiente, me hablaron de las consecuencias del tráfico en las grandes ciudades, de las enfermedades y alergias fruto de la contaminación y de las consecuencias de todo esto a gran escala, subida de temperatura, migraciones de algunas especies, deshielo de los polos, etc…
Yo vivo en una zona alta de Madrid, desde la que puedo ver una panorámica interesante, pero desde que hablé con estas personas no he podido dejar de mirar el velo negro que cubre nuestras cabezas en la ciudad, así que decidí que ese tendría que ser mi siguiente tema de trabajo, he tratado de que mis cuadros sigan siendo reconocibles, pero con un trasfondo diferente a las etapas anteriores.
¿Alguna obra de la que no puedas desprenderte?
Una buena obra de arte al nacer comienza a caminar, va abriéndose camino y al artista le queda sentirse orgulloso del trabajo bien hecho. No hay ninguna obra de la que no pueda desprenderme, si hay obras rodando por ahí que para mí son muy especiales.
Tienes la suerte de poder vivir del arte y digo suerte porque mucha gente muy válida no lo consigue, si no hubieras sido pintora ¿hacia donde te habrías decantado como medio de vida?
Me cuesta plantearme no dedicarme a esto, pero creo que había estudiado turismo y habría escogido algún trabajo que me permitiera viajar, mi otra gran pasión.
Tu próximo proyecto y/o exposición…
Tengo varios a la vista, la verdad es que está siendo un año de mucho trabajo, pienso que en este momento de crisis en el que cuesta un poco más salir adelante es cuando más nos tenemos que esforzar y agudizar nuestra creatividad.
En Septiembre expondré en Bristol gracias a la Galería Iona House, en noviembre Feria SACO en Sevilla, y en diciembre exposición en Sara Stewat´s Gallery de Londres como guinda a este año completito en el que seguiré trabajando y poniendo todo de mi parte para aprender y mejorar.
Nos quedamos con ganas de conocer Nieve en el desierto espero que pronto lo tengamos en estas páginas. Bien se que conocer por boca de los artistas su forma de ver su propia obra es el mejor regalo que podemos hacer a nuestros lectores, así que muchas gracias Susana por este regalo.
© Susana Ragel | Web | @SusanaRagelNiet
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