Ling Jian nació en China pero ha viajo y vivido en Europa muchos años entre Viena, Hamburgo y Berlín. En su pintura encontramos facciones orientales con gran expresividad, retratos estilizados de frentes anchas y barbillas estrechas como si la perspectiva fuese trazada desde el punto de vista que da una lupa colocada en una posición estratégica. Ojos grandes y labios rojos y carnosos centran el punto de vista en el rostro señalando los caminos por el devenir de la insinuación.
Los cuerpos de sus féminas más que estilizados son alargados y estirados, cuerpos que fluctúan entre los estereotipos y el surrealismo convirtiendo así la metáfora en paradoja tal vez con la sutil intención de denunciar los cánones de belleza preestablecidos. Entre sus temas: belleza oriental contemporánea, materialismo e ideología política se superponen con firmeza, como si fueran las opciones a escoger para el que observa. Pieles blancas, labios rojos y accesorios en verde militar, casi con estos tres colores Ling Jian es capaz de crear narraciones que conviven entre los contextos actuales y tradicionales apoyándose en el juego que dan las cartas de la seducción y la contemplación.
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