En la moda o la decoración de los 80 había un poco de todo, desde los tacones de aguja de todos los tiempos a hombreras enormes bajo las que había que buscar a su portador, medias de mil colores y diseños, y ufff calentadores! ¿y las casas? tonos tierras, mucha formica y figuritas de porcelana por doquier¿estáis situados? pues esto es lo que Graham Little plasma en sus pinturas, los 80 expresados a través de mujeres de largos miembros reclinadas con gracia en interiores tan poco apetecibles como los de entonces.
Escenarios de ricas texturas y abundantes objetos centrados en una mujer solitaria e inescrutable, una reproducción de esas fotografías de moda donde las modelos parecen estar de mal humor, no en vano comenzó dibujando de niño lo que veía en aquellas revistas icónicas como Vogue o Harper que encontraba en su casa.
Féminas que bien podrían estar posando para eventuales anuncios de moda mientras realizan tareas ordinarias, dormir, leer, fumar; trabajadoras con aspecto de ejecutivas o amas de casa portadoras de miradas tras las que encontramos emociones complejas, un tanto siniestras, confiriendo así a la composición un inquietante surrealismo. Ninguna deja indiferente.
© Graham Little
Mila Abadía | Jose L. Calleja