Si habéis leído Millennium (Stieg Larsson) o Salomé (Oscar Wilde) habréis conocido una de las facetas de este autor que ilustró sus portadas, Gino Rubert (México, 1968), en el primer trabajo, la cara de la mujer que aparece son fotografías de Tamara Villoslada retocadas primero con Photoshop y luego con pintura.
El autor se desarrolla en distintas disciplinas, escultura, collage, ilustración, dibujo, vídeo, instalaciones, escritura o pintura. Rubert mezcla con total desparpajo acrílico, óleo, collage fotográfico, pelo natural hasta plásticos para situarnos en el lugar exacto en que nos quiere.
Porque Gino Rubert nos posiciona en un mundo inquietante donde nos sugiere historias que no siempre cuenta, las sitúa ante el espectador y es éste el que se ve obligado a completarlas, se siente impelido a ello, no puede dejar de hacerlo, de forma que si resultan o no turbadoras es él el único responsable.