Las ilustraciones de Hallie Elizabeth parecen devenir de la propia feminidad de la artista, la mujer, absoluta protagonista que pudiera parecer empoderada a través de la belleza; nada más lejos. Féminas bellas si, pero cuyo poder les viene de las vivencias unas veces dulces, otras dolorosas, emociones trasladadas al observador con una mirada, un gesto, sencillo y efectivo.
Autodidacta aunque rodeada de artistas desde su niñez, Hallie Elizabeth pinta la forma femenina mezclada con elementos orgánicos, como una dualidad que no pudiera separarse nunca y que la lleva a sumergirnos en un mundo de sueños aunque quizá sea la propia autora la que bucea en íntimas auto-exploraciones.
Cuando era más joven, me gustaba dibujar y pintar de vez en cuando, pero no fue hasta que me diagnosticaron Lupus, enfermedad crónica que me confinó en la cama, cuando necesité escapar de todo aquello a través de mi obra. El arte era mi cordura y se convirtió en mi primera y única llamada.
Quizá de ahí le venga su devoción por Frida Khalo, dolor y belleza unidos, cuerpos rotos que siguen creando perfección, la autora parece tomar sus dolorosas experiencias y fundirlas con la belleza que existe en el mundo.
© Hallie Elizabeth | Web
Mila Abadía | Jose L. Calleja
